Técnica, tecnología y percepción

Lenguaje directo

El 20 de julio del 69 cuando todos pudimos ver al unísono a ese hombre en la luna televisada, se vio el poder de la masificación de la imagen. Desde entonces predomina lo  gráfico, lo audiovisual, tiene más alcance una serie adaptada de un libro que el libro mismo, una canción con video que solo su audio, un simple post de una red social sobre nuestro estado de ánimo necesita una imagen o en su defecto un emoticón.

Es el lenguaje directo, la palabra y la imagen se han reducido para que ocupen unos pocos bytes por una parte y buscando la inmediatez por otra. Se desea ser comprendido en lo que tarda en subir un ascensor los 4 pisos hasta el piso, por eso el artista hace sus propuestas directas y con efectos para poder captar la atención de quien no atiende por mucho tiempo. De un ascensor en otro va nuestra mente; nuestros ojos abren y cierran las puertas cada vez que se detiene en algún piso, cambiando de ascensor en ascensor con cada nueva serie, libro, baile o reality que consume.

A medida que avanza la tecnología nuestras percepciones se van ampliando, se van descubriendo nuevos hilos de ese mundo desconocido. Cambian nuestras costumbres, ya no hace falta vestirse para ir al teatro a ver la Ópera o una representación, puedo hacerlo desde el sofá de mi casa, sola y sin bañarme cambiando a mi antojo de Ópera a rock o a entretenimiento puro y duro.

Esta comodidad me lleva a establecer nuevas relaciones sociales entre las personas y con lo que antes era arte a secas, producto artístico, cambiando mi perspectiva. Desde mi dispositivo le doy mis «me gusta» y guardo en mi lista de favoritos a mis artistas para disfrutar de sus representaciones a mi antojo o para almacenar y construir mi propia galería, a su vez el artista tiene más alcance, también desde la soledad de su casa, en su dispositivo y quién sabe si tampoco se ha bañado, ahora su imagen no es física lo importante es una buena foto, su avatar lo representa y es el que queda en la imagen del  espectador. Ya no interactúo con las obras físicamente sino que soy virtualmente, y en mi mente, soy parte de ellas.

El artista, en todas las épocas, ha tenido que reinventarse constantemente así como en el pasado cuando se inventó la fotografía y las personas dejaron de llamar a los pintores para que les hiciera el retrato a sus difuntos que les guardara un recuerdo de sus rostros, entonces el pintor tuvo que desarrollar su arte buscando otros medios para obtener beneficios económicos a la par de los fotógrafos y su incipiente auge comercial. Ahora pasa igual, solo que sumándole el tener que convertirse en comercial de su propia obra, ser su auto-mecenas, ser influencer y/o buscar  el cobijo de uno.

De la técnica a la tecnología

«La técnica (del griego, τέχνη tékhnē ‘artetécnica, oficio’) es un procedimiento o conjunto de reglas, normas o protocolos que tiene como objetivo obtener un resultado determinado y efectivo, ya sea en el campo de las ciencias, de la tecnología, del arte, del deporte, de la educación o en cualquier otra actividad»

La humanidad ha evolucionado gracias a que ha sabido sumar conocimientos, organizarlos, transformarlos y mejorarlos hasta lograr nuevos descubrimientos, de lo contrario estaríamos re-descubriendo la rueda eternamente. En el arte las técnicas han pasado por varios cambios, sumando y experimentando con materiales. El ojo del artista busca nuevas formas de expresarse, de manipular el entorno para que su mensaje llegue.

Todas las épocas han tenido sus entusiastas y detractores de las nuevas técnicas y ahora la tecnología, en el arte. La necesidades humanas siguen siendo las mismas solo que las herramientas para realizar nuestras representaciones del mundo, su reflejo a través de nuestros ojos, han cambiado  y por lo tanto la manera de relacionarnos también. Con la democratización de la tecnología al alcance de todos las herramientas se han estandarizado, es decir, se han unificado los criterios, adecuados los formatos y modelos de expresiones aunque, lo que se vaya a contar sigue dependiendo de nosotros. Precisamente es la búsqueda de nuevas formas de comunicar y en estrecha relación con el mensaje que se experimenta y con la técnica ahora mezclada, con toda naturalidad, aunque aún pueden vivir por separado, a la tecnología.

«Ahí, en mis Penetrables, el hombre juega con el espacio que lo rodea» -explicaba Soto en 1970- .»Para mí la obra de arte no existe independientemente del espectador» -resumía así su credo»

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Uno de los cambios más importantes que se dieron en cuanto a técnica fue el arte Cinético basado en la estética del movimiento, ilusiones ópticas, en la vibración retiniana y en la imposibilidad de nuestro ojo de mirar simultáneamente dos superficies coloreadas, violentamente contrastadas. Con los penetrables de Soto, donde el espectador toma conciencia de que el concepto de espacio ha cambiado, también lo ha hecho la obra de arte que pasa de contemplativa a participativa.

Inevitablemente el arte ha incorporado la tecnología, como herramienta y como canal mismo de expresión. La belleza y la forma están presentes en nuestro ojo cada vez que apuntamos la lente del smartphone hacia algún objetivo dejando salir nuestra vena artística en cada selfie, calculando luz y posturas, en ese sentido Nietzsche podrá estar tranquilo, tenemos la  necesidad de transformar la vida en una obra de arte, buena o mala ya se verá.

En la vida cotidiana interactuamos con dispositivos que ya son una extensión de nuestro ser, no solo físico sino anímico y mental y que ha introducido elementos que nos vienen a decir que nuestra perspectiva sobre las relaciones, la vida, la muerte, lo ético y lo estético también han cambiado.

Alma steampunk, bolsillo rookeries, es la leyenda de su foto luego del El huerto perfecto. (Relato corto)


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3 comentarios en “Técnica, tecnología y percepción

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