También somos seres vivos (relato corto)

Los animales de la granja viven con zozobra esos días del año. Al amanecer se han reunido para ver quién falta. Perro es el último en entrar al granero.

«Son malvados, no tienen excusa» Perro escuchó desde su rincón. «Tienes razón, no se han dado cuenta de que también somos seres vivos» se alzan las voces llenas de preocupación. Con aires de pacifista Perro interviene: «¡Exageran! Los Patas Largas nos cuidan». Por decir cosas como estas, era considerado por los demás animales como la pata derecha del dueño de la granja. Con algo de desconfianza Toro se atreve a preguntar:

—Tú que estás en sus correrías ¿Qué tienes que decirnos a su favor?

Perro que no estaba acostumbrado a dar explicaciones se sintió intimidado. Aun así respondió:

—Todo lo llevan a bromas. He escuchado que nos incluyen en sus juegos, somos parte de lo que llaman «su cultura». No creo que lo que pase durante estos días le haga daño a nadie.

Ante las palabras de Perro hubo un silencio espectral. Mamá Cerdo bajó la cabeza para esconder sus lágrimas. Vaca le lanzó a Becerro una mirada tierna y preocupada. Caballo miró a Perro con ojos de reproche y Toro replicó, sin esconder su ira:

—Si solo son juegos inocentes ¿Por qué durante estas fechas desaparece alguno de nosotros?

—No lo sé, quizás el que falta decidió irse…

—¿Me dices que mis bebés se fueron porque quisieron…? —reclamó Mamá Cerdo.

Al darse cuenta Perro de quiénes faltaban, guardó silencio. El resto de los animales aún confiaban en él, aunque empezaban a censurar su actitud complaciente con aquellos que tenían el poder para jugar con sus vidas. Luego salieron del granero, se dio por terminada la triste reunión.

Los bachacos también se retiran con su comida a cuestas, pero antes le preguntan:

—¿Por qué los defiendes?

Perro respondió con rapidez:

—Son de trato fácil, comen en las almohadillas de mis patas…

—No creemos lo que dices… Hemos visto cómo se comportan y no son fiables…

—¡Yo soy el que lleva las riendas en la relación! Los acompaño a buscar su alimento, luego me dan lo mejor: huesos fibrosos. A cambio no me piden nada, sigo sin comprender la actitud de recelo que tienen contra ellos. —Perro terminó su relato emocionado.

—No eres el amo de los Patas Largas, es todo lo contrario: Ellos te utilizan —dijo uno de los bachacos.

—Tu ingenuidad te puede jugar una mala pasada, piénsalo bien. Síguelos esta noche y ve con tus propios ojos cómo son. —gritó otro de los bachacos antes de seguir con la retirada.

Perro pasó todo el día preocupado. Al llegar la noche se encontró ansioso, pero se decidió a seguirlos para demostrar que los otros estaban equivocados.

Dio un rodeo por el camino para no ser visto, hasta llegar a la granja vecina. Allí se abrumó por la cantidad de Patas Largas que se habían concentrado detrás de un círculo de madera. Gritan y beben de unas botellas. Respiró un olor desagradable, a sudor, a miedo, a muerte. Encontró un punto alto, un lugar para observar.

Los ojos de Perro casi se salen de sus órbitas al ver a su amigo Toro, atado e inmovilizado en el centro del círculo. Le arrojan agua hirviendo sobre las orejas hasta que lo hacen enfurecer de dolor. Luego entran al círculo varios perros, iguales a él, pero parecen fuera de sí, como si les hubiesen dado algo que los excita. A Toro le sueltan sus ataduras para que en una lucha insólita, absurda, enfrente a los perros perturbados que al morderlo con fuerza quedan colgados en alguna parte de su cuerpo para morir en el impacto seco con el suelo, luego de ser arrojados por el ímpetu triplicado de la furia de Toro. Mientras Los Patas Largas se divierten y ríen al verlos caer.

Perro no pudo soportar más esa visión y se marchó horrorizado. Sus patas corrieron desbocadas y su mente revivió una y otra vez la conversación de la mañana.

Llegó a la granja con aliento justo para despertar a los animales adultos que dormían. Habló rápido: Pidió perdón por su actitud, contó lo que había visto y explicó el «juego» de los Patas Largas, como pudo.

Después de escucharlo con atención deliberaron hasta decidir escapar de esa granja. Con precisión planificaron la huida. Mamá Gallina recogió a sus Polluelos… Mamá Vaca despertó a Becerro…

Para ir al mismo ritmo y ganar velocidad, los pequeños montan sobre los hombros de los grandes y fuertes. Los bachacos que conocían bien los atajos fueron los guías. Mientras los Patas Largas están ausentes, los animales caminan en silencio en la espesura de la noche. Buscan nuevos horizontes, otras tierras menos hostiles. La esperanza de alejarse de esos juegos macabros les da fuerza. La Luna se esconde para ocultar las huellas en las sombras y el viento sopla fuerte para que no se oigan sus pasos.


Participó en:

El tintero de oro



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43 comentarios en “También somos seres vivos (relato corto)

  1. Buenas, Rosa.

    Qué horror lo que le pasa al pobre Toro, menos mal que el Perro lo vio y entró en razón. Me da miedo preguntar si eso que ocurre en el relato es una práctica real… Todo este tipo de «diversiones» me parecen aberrantes.

    Suerte en el tintero.

    Un saludo

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    1. Irene, lamento decirte que sí. Sólo tuve que buscar en la wikipedia. (https://es.wikipedia.org/wiki/Pelea_de_perros)
      Creo que los humanos somos los más terribles de los animales, capaces de hacer cosas aberrantes sólo por «diversión» Actualmente se hacen otras prácticas igual de anormales en aras de la «tradición», donde los animales no «sufren» porque ya somos parte de una «civilización con consciencia». Este cuento no puedo decir que está basado en hechos reales porque no sé si los animales lograron organizarse y escapar con vida. Como si lo es el minicuento «Libertad» (la ilustración de las casitas) 🐾

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  2. Me ha gustado tu sugerente y original relato, estimada Rosa. Digamos que se trata de otra rebelión en una granja, con unos protagonistas bastante astutos que luchan contra Los Patas Largas por ser víctimas de sus despiadadas diversiones, algo que felizmente descubre el perro guardián y enseguida pone remedio.
    Su moraleja nos habla del respeto a la vida de los animales y en favor de la no violencia animal, algo que los humanos aún tenemos como asignatura pendiente.
    Lo mejor para ti en el concurso. 🙂
    Saludos.

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  3. Me ha gustado tu sugerente y original relato, estimada Rosa. Digamos que se trata de otra rebelión en una granja, con unos protagonistas bastante astutos que luchan contra Los Patas Largas por ser víctimas de sus despiadadas diversiones, algo que felizmente descubre el perro guardián y enseguida pone remedio.
    Su moraleja nos habla del respeto a la vida de los animales y en favor de la no violencia animal, algo que los humanos aún tenemos como asignatura pendiente.
    Lo mejor para ti en el concurso.

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  4. Buenas noches Rosa. Mañana te comento con tranquilidad tu relato y e de Beba, los dos últimos que me faltan. Entro porque he visto los magníficos dibujos y veo por la firma que son de tu factura. ¡Enhorabuena Rosa! Muy bueno.
    Hasta mañana compañera.

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    1. Hola Isabel-Tara, entonces espero hasta mañanas para darte la gracias jejejeje, me alegra que te gustaran los dibujos. Yo haré mi ronda por los relatos este fin de semana, nos vemos en tu blog, en tu relato 🐾

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    1. En realidad más que una rebelión es una huida, pero ¿qué podrían haber hecho si no? La realidad del Planeta de los simios está aún muy lejos 😜 Gracias por pasarte Cecy (me gusta tu gato-imagen🐾)

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  5. Buenos días Rosa. Ya estoy por aquí.
    Has escrito sobre las aberraciones que aún se siguen cometiendo. Retratan la brutalidad de quienes participan o lo permiten. Es tremendo.
    Te indico varios despistes: “síguelos y círculo” con tilde. “Dio y solo” sin ella. A mí también se me escapa la tilde en estos modos, por ser relativamente reciente.
    Vuelvo a felicitarte por tus estupendos dibujos Rosa, y por la denuncia al maltrato.

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    1. Hola Isabel 🙋‍♀️ gracias por pasarte y comentar (de 3 palabras círculos, 1 se fue sin su tilde y así, que mal no haberlo pillado en las correcciones 😕 ) Este fin de semana me paso por las otras granjas, nos vemos en la tuya 🐾

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  6. Después de la brutal escena contemplada por Perro queda más que justificada la marcha de los animales hacia territorios «menos hostiles». Un buen relato que nos muestra con indudable acierto la forma de comportarse de los animales y sus sentimientos hacia los humanos. El notable uso del lenguaje y la narración fluida nos meten dentro de la historia haciéndonos simpatizar con las poderosas razones de los mal llamados «irracionales». Suerte en El Tintero. Un abrazo, Rosa.

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    1. Hola Paco
      Es lamentable que la humanidad haya recreado escena así desde hace mucho y que aún se presentan en mayor o menor escala. Como dices, hay pocas escapatorias para los considerados «irracionales» Gracias por pasarte y comentar. Este fin de semana voy de visita a las otras granjas, nos vemos en la tuya 🐾

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  7. Nos cuentas en este relato acerca de la brutalidad que puede llegar a alcanzar el ser humano con los animales solo por divertimento. Afortunadamente se va tomando conciencia en este aspecto, aunque nos queda mucho por recorrer. El final queda abierto a la esperanza, con los animales escapando de un destino cruel. Todo un relato de denuncia. Suerte en el Tintero, Rosa. Un saludo.

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    1. Hola Jorge. Se ha avanzado, pero aún queda mucha conciencia y des-cosificación por asumir de nuestra parte, hacia los animales y hacia nosotros mismos como especie. Me estoy pasando por las otras granjas. Nos vemos en la tuya. Saludos 🐾

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  8. Hola Rosa. Pues sí, así somo los humanos. Nunca llegaré a entender esa necesidad de hacer daño a un ser vivo por pura ¿diversión? ¿cultura? Esas justificaciones no son más que falsedades con las que nos engañamos a nosotros mismos cuando la verdad es que somos una raza despiadada.
    Un abrazo y mucha suerte.

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  9. Los humanos nos erigimos como los peores predadores y como no nos basta con depredar sin conocimiento, utilizamos a los pobres animales para nuestro disfrute sin compasión, sometiendolos a tortura. Léase corridas de toros, peleas de perros o de gallos… igual que los antiguos romanos con las fieras salvajes, aunque para salvajes nos bastamos a nosotros mismos.
    Un abrazo.

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  10. Qué duro tu relato, Rosa, pero tiene un mensaje muy claro, y es que el maltrato de cualquier animal por el motivo que sea, en este caso diversión, debería ser censurado. Por lo menos tu relato encierra un halo de esperanza con esa fuga final llena de esperanza.
    Me emocioné con tu lectura, y eso es gracias a tu buen hacer, enhorabuena y mucha suerte.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Pepe, cosas que deberían estar superadas (como el maltrato) aún son materia pendiente. Me hace ilusión que la historia no te dejara indiferente, más allá de su naturaleza 🐾

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  11. Hola Rosa

    Que decir… así es la vida. Lo bueno es que por lo menos y aunque no lo parezca las cosas van cambiando.

    Antes los niños se divertían apedreando gatos y ahora eso es poco frecuente, si los niños cambian, los adultos serán diferentes. Es la única esperanza que nos queda.

    Un relato duro con moraleja importante. Suerte en el tintero.

    Abrazos

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  12. Me agrada mucho, Rosa, tu crítica social, una vez más se pone de manifiesto la maldad humana. Me ha sacado más de un suspiro de resignación tu relato… aunque reconozco el buen hacer de los que luchan en favor de los animales, no tan poderosos, lamentablemente, pero ahí están. Por suerte.

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  13. ¡Qué terrible realidad la de la maldad humana! Y qué bien la has contado para llegar a emocionarnos y dejarnos con un nudo en el estómago. Como lector empujas con ahínco al final para que la huída esperanzada llegue a su fin con éxito aun sabiendo que los Patas Negras les pueden dar alcance en cualquier momento.
    Felicidades y suerte en El tintero!

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    1. Ojalá ellos corran rápido… 🤞 aunque seguramente los Patas largas les demos caza 😢 Gracias por pasarte y comentar lo del nudo en estómago…. el mismo que sentí cuando me lo imaginé para escribirlo 🐾

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  14. Hola Rosa
    Me encantó la fábula, aunque sea triste, además de una excelente reflexión. Has sabido muy bien transmitir el conmovedor sentimiento de los animales. El ser humano es tan insensible, tan falto de empatía, tan cruel. Te deseo mucha suerte en el concurso!
    Un abrazo

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  15. Muy bien por esta denuncia de la crueldad a la que sometemos a los animales por pura diversión. Ojalá todo el mundo tomara conciencia e hiciera caso del título de tu relato.Buen relato, Rosa. Saludos y suerte en el Tintero

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