
Calor, mucho calor (Relato corto)
Con los ojos entre abiertos logro ver algo, que en mi imaginación se asemeja a la copa de un árbol lejano. Sus escuálidas hojas marchitas permanecen estáticas, aunque resplandecen ante la implacable luz del sol. De vez en vez cierro los ojos y al abrirlos de nuevo retomo la contemplación de esas ramas. Es lo único que puedo observar desde mi naufragio. Presiento que esto es el presagio de un desastre.
Continúa leyendo «Calor, mucho calor (Relato corto)»