Atormentado por ese mundo, reflexionó sobre la luz y la oscuridad al realizar sus bocetos: puentes imposibles, abismos, gemas preciosas que simulan fuego, puertas de colores que representan transiciones…
Un zumbido rompió el sagrado silencio. Con ojos atentos decidió ponerle fin al intruso. Al volver la vista hacia la ahora caótica mesa, abrió la boca en un grito que no salió. Los dibujos estaban esparcidos, el tintero volcado los había manchado de rojo como símbolo de la muerte de la pobre mosca que no logró destruir la puerta de plata, que permaneció intacta.

Participó en: Escribir jugando Septiembre 2018. En el El Blog de Lídia.
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Ese intruso que me imaginaba nada tenía que ver con una mosca jajaja Lástima de bocetos… Muy buen micro, Rosa. Muchas gracias por tu participación 🙂
Un abrazo
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Me alegro te haya gustado. Estoy muy contenta de participar en tu juego.
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Jaja se han visto casos de pérdida de los nervios por una cosa así… Tocará rehacer el trabajo 😕 lastima que haya tenido que morir la pobre 😜
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Si, es desesperante cuando estás trabajando y aparece el «intruso» jajaja
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Me gusta ese elemento rompedor e inesperado de la mosca. Muy buen relato. Un abrazo.
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muchas Gracias Sechat. Un abrazo!
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Muy buen relato
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Gracias Pipo.
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Sorprendente final. La verdad es que ese tipo de intrusos resultan muy molestos.
Abrazos
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Luego me dio hasta lastima la pobre mosca… pero desesperan jejejeje 😁 Gracias por pasarte y comentar 🐾
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