Este relato está basado en una antigua leyenda (anónima) que habla de cómo empezaron a ronronear los gatos, en el artículo El ronroneo de los gatos publicado en el blog Todo para tu gato y en mi propia experiencia, ya que soy una persona tocada por los dioses felinos: disfruto de sus ronroneos casi a diario.
Canto gatuno (Relato corto)
Cuentan que un joven fue detenido por los guardianes del rey en tierras lejanas y por razones que aún se desconocen. Su amada corrió tras ellos y al llegar a las puertas del palacio, pidió hablar con el monarca. Éste escuchó sus preguntas, más no las respondió. Entonces ella suplicó clemencia. El monarca concedió salvar a su amado de la muerte si cumplía una tarea.
—Debes hilar diez mil madejas de hilo y elaborar una hermosa tela de lino en treinta días. Si lo logras, el joven volverá a su hogar. De lo contrario, será decapitado. —Las palabras retumbaron en el recinto. La joven, con lágrimas en los ojos y angustia en su corazón, fue escoltada hasta la salida del palacio.
Al día siguiente, los enviados del rey llegaron a la casa de la joven con una enorme carga de madejas tan enredadas entre ellas que no encontró un extremo para poder desenredarlas, pero no se dio por vencida. Necesitaba encontrar una punta para comenzar a tejer la tela encargada por el rey. Las lágrimas salían de sus ojos cansados y mojaban las hebras, lo que hacía su labor aún más difícil. Así pasaron los días, sin que ella se detuviera.
Mientras, sus amigos gatos estaban extrañados por la ausencia de la joven. Durante los últimos días ella no había realizado sus paseos matutinos, no les llevó alimento, ni agua. Se preguntaron unos a otros y ninguno dijo haberla visto. Preocupados por su repentina desaparición, tres de sus amigos se acercaron a su casa. Con sorpresa observaron que se encontraba inmersa dentro de una montaña de hilos.

Prestaron atención a los movimientos de su amiga. Se dieron cuenta de lo que buscaba y de inmediato decidieron ayudarla. Cuando se acercaron ella los saludo con cariño, pero les pidió que se alejaran. Temió que aumentara el enredo de las madejas si intervenían. Ellos no hicieron caso y con la habilidad propia de los juegos que hacen a diario, se lanzaron dentro de la gran bola de hilos ante el asombro de la joven que no los pudo detener. →SEGUIR LEYENDO
Qué cuento¡¡¡¡ Imaginación, fantasía. Me ha encantado. El ovillo me ha recordado a mi cabeza, de la que a veces no puedo tirar de un solo hilo del enredo de palabras que fabrica. Saludos.
No sé por qué no me salía en mi lector tu blog. Me alegra haberte reencontrado.
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Hola azurea20. jajaja me encanta la imagen del ovillo en tu cabeza 😁. En cuanto a los gatos y los ovillos, me hiciste acordar que una oportunidad tejía un sweater con varios hilos y mi gato me observó durante un buen rato hasta que saltó sobre ellos y destejió ¡todo lo que había hecho! A mí no me quedó otra que volver a empezar. Gracias por tu comentario. Un abrazo 🐾
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