Tumbado en el sofá sucumbe al cansancio y se duerme mientras el televisor transmite las noticias. Sin embargo su sueño no es placentero, se despierte con un sobresalto por el ruido que hace la TV encendida. Esa costumbre la adoptó hace un tiempo para mitigar el silencio que reina en la casa, pero no puede llenar la soledad con esas voces lejanas que salen del dispositivo. Sin pensarlo mucho y luego de la agitada siesta, decide salir en busca de compañía.

Tan solo recorre unos pocos metros lejos del portal cuando un llanto apagado atrae su atención. Es la de un gato escondido debajo de un vehículo que pide ayuda. Por unos instantes duda en socorrerlo, pero sus ojos se topan con el verde de su mirada y no puede continuar su camino. Se acerca con cautela, el felino le devuelve el gesto. Patas y manos se encuentran en un espontáneo abrazo y ambos se dirigen al solitario apartamento.

Él no sabe qué hacer, es la primera vez que comparte su casa con un gato. Llama al veterinario, le pide consejos y a petición de él van a su consulta. El minino está deshidratado y desnutrido, «Sin embargo con una buena alimentación y cuidado, pronto se pondrá bien» son sus palabras.
Más tranquilo, ambos salen de la consulta. Él introduce en su vehículo una bolsa con alimentos secos, húmedos, hermosos platos y cobijas para el nuevo compañero de piso. Luego carga el trasportín con el minino, quien lo ha esperado adentro con mucha paciencia.

Al día siguiente debe ir al trabajo y deja al Amigo cómodo en la casa, le promete que volverá pronto. Llega del trabajo apresurado y cuando entra a su casa varios miaus, a manera de saludo, le producen una gran alegría. Su corazón se hincha de contento y de inmediato lo carga. Tienen una silenciosa conversación llena de dulces miradas y prolongadas caricias.

Luego de comer, él se acuesta en el sofá para realizar su acostumbrada siesta, Amigo se acomoda a su lado. Un suave ronroneo lo lleva a un profundo y reparador sueño. Más tarde, cuando se despierta, se percata que el silencio que reinaba en la casa ha desaparecido y se da cuenta que no había encendido la TV. Está seguro que a partir de ahora sus siestas serán infinitamente mejores.

En nuestra campaña #AdoptaUnGato que realizamos Todo Para Tu Gato y yo, hemos seleccionado una serie de frases para motivarte a la adopción. Este relato es parte de la frase #VI.

Aquí les dejo el hermoso texto que Todo Para Tu Gato publicó en su blog:

Siestas que ayudan a soñar

Una vez tengas un michi en tu vida, te aseguro que tus siestas no serán lo mismo. Pero no te asustes, al contrario; serán infinitamente mejores… seguir leyendo

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