Presentación en sociedad

El amanecer en la ciudad Agnus es hermoso para la familia Aquiescencia. La madre abre las ventanas de su vivienda para respirar el aire fresco y el padre llena sus pulmones mientras le pide a la hija que se esconda, aún no está lista para mostrar su imagen al mundo. 

La niña no puede controlar el vigor de sus once años. Corre por la casa, habla en voz alta, pregunta nerviosa por las intervenciones quirúrgicas a las que debe someterse.

La madre la tranquiliza y le dice —Nosotros antes de las operaciones éramos imperfectos como tú, pero no debes preocuparte. Los expertos saben lo que hacen. Pronto lucirás tan agraciada como nosotros. —Y de inmediato le suministra el medio miligramo de fentanilo que le recetaron como preparativo para afrontar su nueva vida. Después de tomarlo, ella esconde el rostro entre las manos al tiempo que corre para encerrarse en su oscura habitación; sin embargo, por toda la casa se escuchan sus balbuceos y movimientos descontrolados. 

Los padres se llenan de paciencia, aún deben soportar el año que falta entre los diferentes preparativos para el gran día de su presentación en sociedad. Los arreglos son muchos. Algunos un poco costosos, otros un tanto complicados, pero a pesar del nerviosismo general, el hogar se encuentra de júbilo.

El señor y la señora Aquiescencia se sienten muy agradecidos con EMCU por haberles facilitado los préstamos para pagar los diferentes cursos de preparación parental para afrontar tan importante fecha. A pesar que el costo lo cubrieron con los únicos órganos que no estaban comprometidos en la hipoteca de su pequeño apartamento, estos trámites lo hicieron en tiempo record, sin exámenes previos.

A medida que pasan los días las gestiones para las diferentes adaptaciones estéticas y los préstamos gubernamentales se aglomeran, mientras que la fecha de caducidad para solicitarlos se aproxima. Si esto llegara a ocurrir la niña estaría destinada a un confinamiento de por vida y la familia debería pagar una multa que se vería reflejada en los gastos de manutención de la hija, que se triplicaría cada seis meses. Ese descuido en la presentación a la sociedad era imperdonable. 

La hija firmó los documentos necesarios que autorizan el uso de sus órganos y todo lo que los expertos consideren necesario de su persona, tanto físico como mental, para la impecable ejecución de dichos procedimientos.   

La madre y el padre están conscientes que no pueden perder un segundo en dudas, preguntas que ralentice el proceso. Deben confiar en el experto asignado a su caso. De esa forma hacen honor a su apellido y sin oponer objeciones, permiten que el funcionario escoja los tipos de cirugías y los préstamos necesarios con sus debidas consecuencias. Los órganos de la niña están sanos y son un aval seguro para cubrir todos los gastos.

Mientras, otros especialistas ya tienen en marcha los preparativos para la fiesta. La decoración del salón comunal se hará con algunas flores de Agrimonia y otras de la misma familia Rosaceae y las hojas de acanto les servirán como marco. Para el brindis se utilizará el licor tradicional a base de pasiflora mezclada con alcohol etílico de la más alta calidad. Las mesas organizadas en los bordes de las paredes dejan el espacio necesario para el baile inicial. Todos están conscientes que la comida y los diferentes gastos del festín están cubiertos con los órganos de la niña que los expertos determinaron eran los apropiados para ello. 

Los invitados están compuestos por un grupo limitado de personas: familiares cercanos, vecinos, compañeros de trabajo de la madre, del padre y algunas ilustres personalidades que dan la validación a dicho evento. No pueden asistir jóvenes que aún no han cumplido los doce años, ya que no están en condiciones de ser mostrados en sociedad. Todavía tienen sus rostros con las deformidades que les fueron asignadas al nacer. Y aquellos que ya cumplieron los doce, están hermosos con sus operaciones de adaptaciones estéticas y mentales, por lo tanto se encuentran en la fiesta del mercado de emparejamiento casual.

La niña pasa días y meses internada en la CEAES (Clínica Especializada en la Adaptación Estética Social) en donde su ímpetu juvenil es domado con innumerables tratamientos. La someten a diferentes pruebas, exámenes, operaciones, hasta que los expertos determinan que la transformación física y mental se ha culminado con éxito. Permanece aislada, en observación, hasta la llegada del tan esperado día de la presentación en sociedad. 

Los padres, familiares e invitados se desplazan al salón comunal con sus mejores galas. Esperan ansiosos los resultados. Las luces se tornan tenues y un foco señala la entrada triunfal de la joven, quien aparece del brazo de sus expertos y mentores. Luce hermosa con sus ojos desorbitados, cabeza reluciente, sin vellos en su cuerpo que podrían afear su delgada figura. El color de su piel es de un gris azulado, casi verdoso, que la hace parecer más esbelta. Los padres derraman lágrimas de felicidad, mientras susurran: —A sus pies tiene un futuro brillante. Todos los presentes sonríen y aplauden.  

Imagen de Pete Linforth en Pixabay

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UN CUENTO PARA UNA IMAGEN

NOTA DE LA AUTORA:

El dibujo del inicio no estaba entre las imágenes a escoger, pero me atreví a incluirlo por razones narrativas y de esta manera recordar cómo era la niña antes de su transformación 🐾

14 comentarios en “Presentación en sociedad

  1. ¡Vaya! Buenísimo, inquietante, deja una extraña sensación. No dudo que en un futuro pueda suceder algo parecido en las sociedades humanas siempre enfocadas a la belleza y al libre mercado, que hace que crezcan las deudas. Me gusto mucho tu propuesta y las imagenes están excelentes.

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  2. ¡Hola Rosa!

    Este relato lo podemos dejar en ciencia ficción o escarbar un poquito entre las palabras. Hoy en día en que el aborregamiento está a la orden del día, lo diferente y original se tilda de raro. Hay que evitarlo.

    A ver a dónde nos lleva esta situación.

    Un placer leerte.

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    1. Hola María. Es cierto que hoy en día lo «raro» es dejar tal cual los rasgos naturales. Al ver la cantidad de operaciones que algunas personas se someten, como por ejemplo, para aumentar el volumen del cabello (me refiero al implante de cemento en el cráneo) creo que la ciencia ficción ya nos alcanzó. Es algo difícil de comprender. Gracias por el comentario. Un abrazo 🐾

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  3. Un relato más que inquietante, Rosa.

    Aunque centrado en un futuro más o menos lejano, tocas una tecla muy en boga en la actualidad como el de los retoques estéticos. ¿Llegará el momento en que sea inevitable hacerlos y quien no los haga pertenezca a un grupo de desfasados y desactualizados? ¿La moda a la que seguir será tan tirana como nos muestra tu relato? Inquitetante.

    Un fuerte abrazo 🙂

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    1. Hola Miguel. tenía tiempo sin ver películas (ya que me operé de la vista y estaba «a ciegas») y me asombré con tantos cambios que casi todos los actores y actrices se han hecho. Ahora lucen rostros que no parecen ser ellos. Entonces me puse a investigar las «nuevas tendencias estéticas» y me quedé de piedra al ver que algunas personas se implantan cemento en el cráneo para lucir un peinado más abultado. Además de las ya conocidas operaciones de rostros, senos, glúteos y pare usted de contar… Muchos famosos tienen el dinero para cubrir los gastos de esos caprichos, pero otros no tan adinerados piden préstamos insólitos para hacerse sus cirugías…
      Me temo que ese futuro no está tan lejano como me gustaría..
      Gracias por el comentario. Un fuerte abrazo 🐾

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  4. Hola, Rosa.

    Un cuento tenebroso que tiene mucho más de realidad que de fantasía.

    Aquí se tratan dos temas muy interesantes:

    Uno, el más real y el que terminará imponiéndose, la implantación de la «perfección» como modo de vida, sobre todo, en la apariencia. La imagen es mucho más importante que la educación, la formación y el pensamiento crítico.

    Pero, por otro lado, teniendo en cuenta la inspiración que te ha llegado con la imagen, también impera esa falsa igualdad que nos quiere hacer a todos clones. En lugar de trabajar la educación, la empatía, la solidaridad, y tantas otras cualidades necesarias para la convivencia, terminará siendo más factible el «operarnos» para que no nos diferenciemos unos de otros.

    Una excelente narración que nos hace sentir el camino trazado en tu trama hasta terminar en esa inquietante foto que tanto dice con solo mirarla.

    Felicidades. Un cuento para reflexionar sobre lo que nos imponen y lo que nos espera.

    Muchas gracias por ofrecerlo al VadeReto.

    Abrazo Grande.

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    1. Hola José. Estoy de acuerdo contigo. Parece que hoy es más importante «estar en sintonía» que crecer intelectual y emocionalmente. Con el afán de «ser distinto», ya casi todos los rostros se parecen entre sí. Es una realidad que se coló por la puerta de atrás, pero creo que habrá una salida digna. Todo problema lleva consigo una solución. Gracias por el comentario. Un fuerte abrazo 🐾

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  5. ¡Ay Rosa, con lo que ya se está haciendo con jovencitas a quienes se les regala su primer operación estética a los 15 años, este relato tuyo deja de ser un futurible para convertirse en una triste realidad!

    ¡Que sociedad más transtornada estamos dejando! Y para colmo de los colmos, el anhelo en este caso es parecerse lo más posible a esas verdes figuras todas cortadas por el mismo molde. No creía que de este VadeReto surgiera un relato de terror. Y sin embargo… aquí está.

    Felicidades porque nos has dejado patitiesos. Un abrazo.

    Marlen

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    1. Hola Marlen. Tienes razón, parece que la nueva norma es dejar de lado la razón ya que eso es estar obsoleto.
      Por cierto, ayer me encontré con un video en YouTube que explica que la nueva moda es realizarse una «operación estética» en las piernas para hacerlas más delgadas. Es algo sencillo: cortan nervios y músculos «innecesarios». De inmediato las piernas se adelgazan y se ven más esbeltas. La letra pequeña (que parece que ya no se explica en los hogares o en el colegio) es que los músculos y nervios de las piernas son las que te dan fuerza para movilizarte, (no existen nervios o músculos innecesarios en el cuerpo o yo me he perdido algo…) pero eso tampoco importa mucho, ya que puedes caminar muy despacio (¿por cuánto tiempo?). Eso no debe preocuparte ya que te verás muy elegante.
      Gracias por el comentario. Un abrazo 🐾

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