La botella de agua en una mano y en la otra, el pulgar se mueve frenético sobre el móvil. Pasa fotos y estados de ánimo de amigos, conocidos, perfectos extraños y muchas empresas de alguna red social.
Me encuentro con innumerables mensajes (creo que sinceros de parte de las personas y un tanto manipulado por partes de las marcas o quienes pretenden serlo) el punto es que son de esos tipo: si tu quieres tu puedes (hablan de que «suba» Malas decisiones en Amazon) Y pienso, pero todos queremos y no dudo que nos esforzamos en alcanzar eso que algunos llaman los objetivos y otros el éxito. Unos con métodos más estrictos que otros, pero ¿Quién no cree estar haciendo su mejor esfuerzo? quieres, trabajas, tratas y no, no llegas a tus objetivos. Entonces te frustras y vuelves otra vez a tener un plan…

Si este plan no funciona, se corre el riesgo de caer en manos de expertos en triunfos personales que te señalan diversos caminos que no siempre son los que tomarías, pero como la presión social, la necesidad de sobrevivir pueden más, te arriesgas y sigues sus consejos. La cabeza se te llena de humo positivo «si esta persona lo logró, yo también puedo» sin medir las circunstancias de nosotros y las de esas «personas exitosas». Tan solo escuchamos «si tu quieres, tu puedes» y nos lanzamos, con una máscara de buceo sin bombona de oxígeno, a las profundidades de un mar desconocido.
El excesivo entusiasmo y positividad de algunos me recuerda cuando alguien te dice tu reza y pide. Entonces vas, lo haces con fuerza, convencimiento, fe y ¡zaz! la cosa no sale. Te miran desconsolados y te dicen, al tiempo que mueven la cabeza en negativo, «no tienes suficiente fe…» Y te quedas en blanco.
Creo que lo mejor es elaborar un plan «B», ponerlo en práctica y puede que funcione o no, pero se intenta y se reinventa para volverlo a intentar con los recursos que tenemos a nuestro alcance. Hay que recordar que no todos somos Spartacus, pero aún siguiéndolo, no podríamos luchar a su nivel. Hoy son otros tiempos.
También tenemos la opción de enfadarnos con Dios o con las energías que mueven los hilos de nuestras vidas y dejarnos llevar por sus caprichos o tomar las riendas y enfocarnos en lograr nuestros objetivos. Aunque no siempre se puede y no todos llegan. Se me había olvidado que ya lo dijo Darwin.
Desde mi puesto en el bus se me ocurre mirar por la ventana mientras tomo un sorbo de agua y pongo mi mente en blanco.
Ya quisiera yo poder siempre jejejeje pero como las tortugas, todos intentamos y solo algunas sobreviven… la única diferencia es que no morimos sino que quedamos rezagados…
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Corriendo el riesgo de convertirnos en un gran grupo de «nadies»
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LOS OBJETIVOS LOS TENEMOS QUE ADAPTAR Y MODIFICAR DE ACUERDO A NUESTRAS HABILIDADES, RECURSOS, DONES, ENTRE OTROS. PERO NO HAY DE DEJAR LA FE NI LA CONFIANZA EN DIOS
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Yo soy muy pasional y entusiasta, por eso a veces pongo tanto empeño, mas de lo que la vida me puede dar, y claro aveces te pegas la ostia 😂 no pidiendo hacer o no saliéndote las cosas como uno quiere, y eso te hace reflexionar, sobre que la vida tiene sus propias reglas, buen post, un saludo 😀
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Gracias por pasarte por aquí y por el comentario, creo que a pesar de los tropezones hay que seguir intentando, haciendo nuevas cosas, buscando siempre un camino sin que por ello caigamos en «si yo quiero, yo puedo» Me robo tu frase «la vida tiene sus propias reglas»😁 me ha gustado mucho, es realmente cierta 😁🐾
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Gracias por pasarte por aquí y comentar, Zaidamar😁 Tienes razón, hay que adaptarse y seguir adelante 🐾
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