Pensó por un instante que era mejor pasar por su casa para ponerse más cómoda, pero no lo hizo temiendo llegar tarde.
Continuó su camino de prisa sintiendo cómo los zapatos se pegaban a sus pies rasgándolos, cual pequeños puñales, en cada paso dejaba un poco de piel en sus bordes internos.

No podía detenerse, era el día y la hora que tanto había esperado. Persistió, aunque el sol era implacable, ya casi llegaba, estaba a tan solo a dos calles de distancia.
Al fin llegó a la taquilla, pidió su entrada y al entrar al cine se sintió feliz con los pies destrozados.
Otras cosas que han pasado, pasan o podrían pasar en un futuro no muy lejano…
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Que relato tan emocionante, ha sido corto, pero me ha enganchado desde la primera palabra.
Yo me identifico en algún aspecto, cuando tengo una meta en la vida no me importa el camino, si no llegar y cumplirla. Aunque me haya dejado los pies (como dices) pero mereció la pena.
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Gracias por tus palabras!!! cuando vamos detrás de los sueños es preferible ir con zapatos cómodos 😉
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Este relato me ha recordado una bonita cita que tuve hace muchos años, con mi pareja. Y sí, después de unos años después… Llegó el gran día de formar una bonita historia, nuestra historia, yo y el juntos para siempre. Madre mía, todo lo que me ha transmitido este relato. Qué bonitos recuerdos, en tan pocas letras. Me quedo por aquí, para seguir disfrutando de tu maravilloso blog. Besos!!!
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Que emoción que esta historia te recordara algo tan bonito, me has alegrado el día. Gracias por tus palabras y bienvenida!!!
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¡Hola Rosa! Un relato muy curioso la verdad. Yo creo que en al menos una ocasión todas nos hemos visto en esas. Llevando tacones matadores y sin tener a mano o poder ir a cambiarlos por unos zapatos más cómodos. Yo personalmente tengo muy poca tolerancia al dolor causado por los tacones, así si no es una época en la que tengo unos bien cómodos, o no me pongo tacones o, si lo hago, no salgo de casa sin unas bailarinas en el bolso! jejeje
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Siii, lo de llevar una bailarinas en el bolso es un clásico. Nunca falla!!! jajaja
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Me ha sorprendido…y me he quedado por un momento esperando más… Así que lo he leido por segunda vez. Casi he notado el escozor de las ampollas en los pies, y me he imaginado a la chica entrando en la sala de cine y mirando a su alrededor en la oscuridad … hasta que lo ha visto. Gracias, hermoso relato.
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Imagínate a la pobre cuando salga y tenga que volver a caminar con los pies destrozados!! Una tragedia…
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Hola, guapa! Me gusto mucho el relato, creo que describe algunas de las situaciones en las que nos vemos reflejada aveces, yo antes quería ser coqueta usar tacones y mira que por más que intente nunca los soporte, prefiero mi estilo de zapatos comodos ya que no puedo soportar dolores, creo que para evitar estas ocasiones deberiamos llevarnos un zapato comodo en la cartera. Jejejee de verdad que este relato explicó muy bien el día a día de una mujer con tacones. Bs
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Si Kenny, es agotador caminar con gracia con los tacones y encima parecer que estás cómoda jajajaja Yo prefiero las sandalias estilo «chanclas»
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