¿Por qué la ficción advierte?

La ficción nace de la observación de la realidad que nos envuelve. No podemos describir nada fuera de lo conocido ya sean monstruos o seres fantásticos, todos parten de la fisionomía humana y de la realidad que refleja, en el caso de la ficción no de forma fiel sino como proyección.

Y a partir de esto se me hace que pueden pasar dos cosas: O se crean contenidos edulcorados reflejando esa parte de felicidad a la fuerza del sí «tú quieres tu puedes» como si no hubiesen otros seres a tu lado o no estuviésemos recubiertos de alguna vestidura que nos haya dado la fortuna o la falta de ella que nos condicione.

Hombre; Sofá; Bubuja; entrenenimiento

Se hace entonces apología de la voluntad, de la vida feliz y despreocupada sin mayores consecuencias emocionales para ninguno de los implicados (así es más fácil todo, si se conectara de verdad emocionalmente con lo que ocurre y los demás personajes ya no sería una sitcom) y aquí no solo entran los contenidos ligeros y superficiales sino también los que pretendan ser producto. O la otra opción, que son las distopías fruto de mentes más pesimistas u optimistas, mejores informados según se mire y robándome la frase de Antonio Gala.

En muchas ocasiones es tan ruda la descripción de lo que “pudiera ser” que decidimos dejarla pasar, mirar a otro lado pensando que así no nos toca. También hay momentos en que llegamos a creer que son situaciones límites que se les pueden presentar a “un grupo” del cual nosotros no formamos parte y esta distancia nos permite disfrutar del espectáculo sin involucrarnos en él, sin dejar la comodidad de nuestra realidad a la carta. 

Así nos recreamos en nuestra burbuja que nos permite refugiarnos en situaciones, o mundos fictos que retroalimentan nuestras creencias y cuando esa ficción no toca y se hace real, nos sorprende haciendo ese clic en nuestra memoria de algo que en algún momento vimos o escuchamos, sin habernos percatado que en el momento de verla era para tomar nota sobre esa advertencia que se nos estaba haciendo.

Se me ocurre pensar en Battle Royale (2000), 1984 (1948), The Stepford Wives (1972, publicada en español como Las poseídas de Stepford, Las mujeres perfectas y Las esposas de Stepford) Rompenieves (Snowpiercer, 2013) 3% (2011)…entre otras.

Una advertencia se ha colado en nuestra realidad

La ficción advierte porque existen otras personas que están viendo más allá de lo evidente como si tuviesen su propia espada del augurio, reflejando la realidad que percibe el artista, o parte de ella, hasta llevarla hasta el límite de sus consecuencias. Así nos asombramos con historias que podemos reconocer dentro de nuestro entorno con algunos toques de “imaginación” porque no siempre vemos con claridad el contenido de advertencia que conllevan.

Si por casualidad topamos con algo incómodo corremos el riesgo de escudarnos: «esto ocurre en otro lugar», «en otro país» o simplemente «es fantasía» y las dejamos pasar sin tomar una posición al respecto porque no reconocemos que una advertencia se ha colado en nuestra realidad «a la carta». La advertencia consiste en mostrarnos el desarrollo de ese aspecto de la realidad circundante que muchas veces se nos escapa por estar inmersos en nuestra propia burbuja.

Advertencias_rboschetti

Y ¿Para qué nos sirve esto? ¿Para vivir como seres paranoicos, alertas ante futuros catastróficos? ¿Para anestesiarse con los azúcares de mundos llenos de risas y canciones? No creo que ninguna de estas opciones cumplan con las intenciones de los artistas, pienso que sus propuestas podrían servir para abrir nuestras mentes, participar y tomar posición sobre esas predicciones, sus causas sus consecuencia, qué tanto hay en ellas que sea parte de nosotros mismos, esa parte que nos fascina, nos incomoda, o nos da coraje… ver nuestro ombligo y el del otro (el del autor, el intérprete, la historia…ver más allá de nuestra realidad a la carta) Después de todo por algo la humanidad ha tenido éxito (si se le puede decir así) y es en gran parte por compartir las experiencias, a pesar de ser distópicas, aprender de ellas (aunque digan que uno no aprende por experiencia ajena, hoy sabemos que el arsénico no es conveniente para fabricar maquillaje gracias a las experiencias de los victorianos, por ejemplo…) y con las proyecciones me inclino a pensar que será más sensato poner en práctica, ese otro viejo refrán que dice «Cuando veas las bardas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo»



Anuncios
Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.