Acompañaste mis pasos por caminos insospechados como una fiel compañera, silenciosa, a mis pies. Contigo me sentía cómoda, era yo misma. Aunque tenía otras opciones prefería tu compañía.
Sabía que te gustaba más el calor del verano, sin embargo no objetaban cuando algún otoño te escogía como mi compañera de camino. Recuerdo con alegría y nostalgia aquellas tardes saltando charcos y vernos empapadas de barro. También algún invierno que me empeñaba en sacarte de tu comodidad, al sentir el frío ¡cómo nos congelamos! no estabas preparada para ello.
Hoy te digo adiós, ya no hay más remedio para todos tus males. Sé que vendrán otras, pero ninguna será como tú, mis fieles sandalias.
QEPD
Me gustaMe gusta
Gracias 🙂
Me gustaMe gusta