Comprado «cajitas»

Después de conversar con algunas personas sobre cuáles son los atributos que hay que tomar en cuenta a la hora de elegir un modelo o un líder, me puse a reflexionar sobre éstos y la importancia de la coherencia del discurso que debe tener el individuo, o grupo, al exponer sus ideas ante un gran público.

¿Ser o parecer coherente, persuadir (convencer) o identificar (proponer algo a fin)?

Existe una gran diferencia entre ser persuadido e identificarse y aun así es necesario que la persona que expone sea creíble, es la garantía para comprender lo que representa. Por ejemplo, ante un diagnóstico sin explicaciones dudamos del médico. Lo mismo podríamos decir de un estilista que nos dé buenos consejos pero sin premisas consistentes. Un vendedor nos convence de su producto sin que por ello nos guste realmente, solo fuimos persuadidos para aceptarlo. Un artista necesita argumentos sólidos para que sus ideas traspasen sus propios muros.

Esto ocurre en casi todas las profesiones y digo «casi» porque hay algunas que parecieran permitirse el lujo de estar fuera de este requisito. En la política la necesidad de trascender a través de las ideas no es una prioridad, de serlo no lo expresan de manera evidente.

El camino de sus discursos presentan al menos dos formas fácilmente identificables, para almas no entendidas en la materia como la mía:

  • Los que repiten palabras llenas de excusas sujetas a la interpretación de terceros. ¿Se imaginan al médico necesitando un tercero que explique sus palabras? Así como un político necesita que otros «traduzcan» lo que quiso decir.
  • Y los que se limitan hablar con un discurso publicitario lleno de slogan o titulares grandilocuentes. Volviendo al ejemplo del estilista, uno que recite un spot publicitario del sector: ¿venta o consejo sincero?

Esperan persuadir apelando a la necesidad de estar o pertenecer a un grupo, haciendo alusión a nuestras costumbre o buscando se elija el que menos daño nos puede hacer. Parecen olvidar que se dirigen a un público que va a tomar una decisión importante, que tal vez desea entender y visualizar esa propuesta que tratan de exponer y no uno que tome este tipo de decisiones como quien compra una «cajita de algo» en un  supermercado: «es la que está de moda» «es la que siempre se compró en mi casa» «es el que dice tener menos cosas tóxicas» y luego de esa «compra» se marchen contentos y orgullosos con la «cajita» que pueden abandonar al poco tiempo, dependiendo el nivel de necesidad que se tenga de ella. ¿Podríamos aspirar a algo más consistente en la política y en las artes? ¿O está bien excluirnos en las tomas de decisiones?

Al auto-excluirnos de la vida política nos asemejamos al homo sacer.

Al fijarnos en un determinado artista (sea cual sea su especialidad) nos identificamos con él si este tiene carisma, talento, personalidad, si su obra es innovadora, si es honesto y si muestra valor a la hora de presentar su trabajo, juzgando constantemente dentro de la propuesta que tenga sin que ello implique un estudio previo de su especialidad. No necesitamos ser pintores para ir a un museo y entender el contenido de una obra o ser músico para apreciar una melodía, sin embargo al hablar de política decimos tranquilamente «no se nada sobre el tema» o «no soy político» olvidando a Aristóteles, quien se refiere al individuo como un «animal político» o «animal cívico».

Asumiéndonos como homo sacer (aquella figura del derecho romano aplicable a los sujetos cuya vida estaba expuesta al poder soberano y fuera de responsabilidad legal y moral y tomando el término de Agamben un poco libremente) estamos autoexcluyéndonos de la vida política, de las decisiones que ella conlleva, aunque no dejamos de disfrutar de sus ventajas y sufrir por sus errores, nos sentimos con el derecho de pensar que si no nos va bien con la elección o la no-elección que hayamos hecho, la podemos abandonar al poco tiempo sin compromiso, sin tomar en cuenta a todos los que arrastramos con esta decisión.


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3 comentarios en “Comprado «cajitas»

  1. Ay! Rosa…
    Todo en esta vida es política: desde un vestido hasta el fútbol y la comida que comes y por tanto nos afecta entre lo bueno y lo malo. Siempre digo que la política está hecha para que unos pocos lo puedan entender pero he ahí la trampa que hace la ley y el que hizo al ladrón de la comprensión. En cuanto comienzas a dar rienda suelta en los pocos conocimientos e indaagas, investigas te das cuenta de muchas cosas, pero todo se tergiversa haciendo incomprensible lo que es simple.

    Ser líder no debería estar ligado a lo político pero entendemos el poder con los altos mandos que hasta ahora hemos engullido en televisión. Para mi un líder es el que todos copian y quieren ser cómo el. Pero bueno, cada uno tiene su percepción.

    El arte se puede entender de muchas maneras y me toca los ovarios a aquellos que creen que hay que «Saber» nos olvidamos de las emociones que nos producen y los sentidos. Para mi eso superior, mayor que mucho entendimiento. Es algo que no te pueden quitar y cómo lo sientes, solo tu lo puedes corroborar, nada ni nadie puede decir que no lo sientes. Y me estoy acordando otra vez del «Expulsado» que hace que nos perdamos otras visiones de cómo sentir.

    Sobre lo versatil de una persona, siempre y cuando, sea con alguna finalidiad (Buena) yo no le veo mal. Todos estamos conectados y lo que digas ahora, puede no tener mucho sentido y dos días después seguramente, sí lo tendrá.

    Muy buen post.
    Saludos!!!

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    1. Hay discursos especializados en hacer que «todo se (tergiverse) haciendo incomprensible lo que es simple» como bien dices. Con esto nos marean y distraen. El arte tiene un componente emocional sí pero, ¿qué no lo tiene? Igual que un vendedor, los políticos apelan a las emociones solo que no dan explicaciones (un vendedor por lo menos argumenta).
      El artista no tiene esa oportunidad, en su trabajo está lo emocional y lo racional, no tiene la opción de explicarse, retractarse o que un tercero intérprete «traduzca» a conveniencia la obra/acción. A lo sumo cuenta con la industria que lo dejara solo si se comportara como político. Creo que ninguna profesión aceptaría un (o unos) colegiados tan inconsistente (s) Oye gracias por pasarte y comentar. Un placer hablar contigo 🐾

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