Era el año 1600 ac cuando me interné en la selva solo con bandas de caucho atadas a mis flechas. No sé cuánto tiempo deambulé antes de sucumbir al cansancio.
Dormí hasta que un ser de cara blanca, enorme sombrero y ropa roja hizo temblar la tierra. Sus acompañantes, feroces cuervos, me atacaron sin piedad. En la huida llegué hasta 1845, a un bosque que no pude reconocer. Un hombre blanco me auxilió, en agradecimiento insistí en obsequiarle algo de mis escasas pertenencias. Me pidió la banda de caucho y sonrió, dijo llamarse Stephen Perry.

Participa en: Escribir jugando (junio)
Otras cosas raras, de esas que ocurren:
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¡Me ha gustado! Magnífico relato para participar en el reto «Escribir Jugando» de junio. ¡Abrazos y feliz domingo!
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Gracias Javier! Un abrazo!🐾
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Interesante viaje en el tiempo del protagonista 😀 Ahora ya sabemos de dónde sacó Stephen Perry su invención de la goma elástica jajaja Muy buena versión, ingenioso y fantástico.
Muchas gracias por participar en el reto, Rosa.
Un abrazo y hasta muy pronto. 🙂
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jajajaja Siiii!! también me sorprendí que ya se usara el caucho como banda elástica desde mucho antes de su patente… de allí que se me ocurrió el viaje en el tiempo y quien otro que una deidad japonesa para hacerlo posible … todo cuadro jajajajajaja
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Has jugado bien le reto. Una corta historia que de seguro va agradar a la jurada impecable.Una mejor semana para ti.
Manuel.
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Gracias Macalder02! Feliz domingo🐾
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Una mejor semana para ti.
Manuel
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Rosa gracias por visitar mi blog y te he devuelto la visita leyendo tu micro. Me ha gustado mucho me ha parecido muy interesante y al leer los comentarios más aún. Mucha suerte compañera ✍️
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Adelina, gracias por pasarte y comentar 😍 🐾
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