Tiempo estimado de lectura: 63min 14sec
La edad contemporánea es el nombre con el que se designa al periodo histórico comprendido entre el presente y la declaración de independencia de los Estados Unidos (1776) o la revolución francesa (1789).
La declaración de la independencia de los Estados Unidos los convierte en el primer país del mundo donde se implanta un nuevo régimen diferente a las tradicionales monarquías europeas.
Se produce al proclamar a las trece colonias norteamericanas (en guerra con el Reino de Gran Bretaña) como trece nuevos Estados soberanos e independientes que no reconocen el dominio británico y se unen para formar una nueva nación: los Estados Unidos. Crean un gobierno de su propia elección basado en la igualdad natural, derechos inalienables, gobierno por consenso del gobernado y el derecho elemental de revolución. Cabe señalar que estos principios se han mantenido durante 244 años, sin que se produzcan cambios drásticos en su sistema de gobierno (dictaduras, golpes de estados, etc.)
La revolución francesa se inicia con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte en 1799. Algunos de los factores decisivos fueron: El proceso revolucionario estadounidense y el ejemplo de democracia del nuevo país, las ideas inculcadas por La Ilustración; los problemas fiscales de la monarquía: Vicios del sistema fiscal, desigualdad de los impuestos, graves problemas de hacienda causados por el apoyo militar a la guerra de independencia de los Estados Unidos, pese a que Francia ganó la guerra contra Gran Bretaña, quedó en bancarrota y con una importante deuda externa. No está de más recordar que la guerra de los Siete Años (1756 y 1763, principales oponentes Francia y Gran Bretaña) fue la primera guerra a gran escala librada en varios continentes y el principal conflicto de carácter global previo a las guerras napoleónicas y a las dos guerras mundiales. Implicó a la gran mayoría de las grandes potencias de la época, afectó a Europa, Norteamérica, Centroamérica, costa occidental de África, India y Filipinas.
La revolución francesa puso fin al feudalismo, al absolutismo y socavó las bases del sistema monárquico como tal, para dar a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, apoyada en ocasiones por las masas populares, se convirtió en la fuerza política dominante en el país. La organización política de Francia durante el siglo XIX osciló entre república, imperio y monarquía constitucional.
La revolución francesa es considerada por muchos historiadores como el indicador del final de la edad moderna y punto de arranque de la edad contemporánea. Por este motivo puede aceptarse que, aunque cronológicamente el siglo XIX comienza en 1801, históricamente se toma al año 1789 como su inicio.
Debido a la importancia de estos dos acontecimientos, lo extenso y apasionante de su historia, tan sólo voy a señalar algunos aspectos que influyeron para que se dieran:
La Ilustración y las ideas revolucionarias
La Ilustración (mediados del siglo XVIII, hasta los primeros años del siglo XIX) fue un movimiento cultural e intelectual que inspiró profundos cambios culturales y sociales.
Los escritos de John Locke («Padre del Liberalismo Clásico»), así como las ideas del filósofo alemán Immanuel Kant influyeron en estas revoluciones y en la llamada revolución industrial.
Sus contribuciones al republicanismo clásico y la teoría liberal se reflejan en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y en su Declaración de Derechos de 1689.


«La Ilustración significa el abandono del hombre de una infancia mental de la que él mismo es culpable. Infancia es la incapacidad de usar la propia razón sin la guía de otra persona. Esta puericia es culpable cuando su causa no es la falta de inteligencia, sino la falta de decisión o de valor para pensar sin ayuda ajena. Sapere aude «¡Atrévete a saber!» He aquí la divisa de la Ilustración.» Immanuel Kant. ¿Qué es la Ilustración? →PDF
La imprenta
Al instalarse la Monarquía Parlamentaria en Inglaterra se nombra una comisión de representantes de cada una de las cámaras. Como representante de la cámara de los Comunes se erige John Locke, quien solicita responsabilidades civiles una vez que el producto informativo haya sido publicado. De este modo se establece un control a posteriori y no una censura previa. Con esto se pone fin a la censura ideológica. (Estas ideas sobre la libertad y el derecho a la información son muy parecidas a los actuales sistemas legislativos en casi todo el mundo).
A pesar de estos avances, en Norteamérica se mantiene una censura y un control similar a los que se daban en el absolutismo. La prensa no será el instrumento para la difusión de las ideas revolucionarias, sino los panfletos (escrito breve de carácter agresivo que se utiliza como medio de combate en polémicas ideológicas), los libelos (escrito muy parecido al panfleto, pero como un libro pequeño, de carácter satírico, insultante y/o difamatorio hecho y difundido con el objetivo de atacar el honor y la reputación de una persona o instituciones precisas y concretas) y los almanaques dirigidos a un público rural (las autoridades no prestaban atención a esa publicación orientada a los agricultores). pero a pesar de la importancia que alcanzan estos almanaques, los que tienen una mayor carga ideológica son los panfletos y libelos. Todos estos elaborados de manera ilegal.
Almanaque del pobre Richard fue una publicación anual realizada por Benjamín Franklin (El padre de la independencia norteamericana) quien adoptó el seudónimo «Pobre Richard» o «Richard Saunders». Lo que lo hizo peculiar fueron sus numerosos juegos de palabras, muchos de los cuales se incorporaron al inglés americano.


El sentido común se publicó por primera vez en 1776, durante la revolución americana. Ejerció una gran influencia sobre la opinión pública durante la guerra de independencia. En el, Thomas Payne extiende las ideas de la revolución a los negros y las mujeres (que hasta ahora no habían participado en la revolución) También apela a la libertad de expresión, uno de los referentes más importantes en los que se basará el nuevo país recién independizado.
Por otra parte, en 1787 Francia también está inundada de panfletos y folletos revolucionarios. Con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789) surgen un gran número de publicaciones amparadas en el nuevo marco legal. Esta publicación fue aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789 y es uno (entre muchos) de los documentos fundamentales de la Revolución francesa, estableció los principios de la sociedad que serán la base de la nueva legitimidad, acabando con las instituciones y las prácticas del Antiguo Régimen: «El principio de toda soberanía reside esencialmente en la nación«.
Esta Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, al establecer como derecho imprescindible la «resistencia a la opresión», considera legítima la revuelta de los diputados en contra de la monarquía absoluta. Además de enumerar los derechos naturales e imprescriptibles del humano los consideran como aplicables en cualquier lugar y cualquier época: la libertad, la propiedad, la seguridad, la resistencia a la opresión y muchos artículos son dedicados a la libertad. El principio de igualdad es establecido en el artículo primero «Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos«.
En Francia estaban los Cuadernos de quejas (Los Cahiers de doléances): Unos registros que las asambleas de cada circunscripción francesa (encargada de elegir a los diputados en los Estados Generales) rellenaban con peticiones y quejas. Aunque ya se usaban desde el Siglo XIV los más famosos son los redactados en mayo y junio de 1789, por su importancia en la Revolución francesa en respuesta a la reivindicación más solicitada en los cuadernos de quejas se incluye igualdad ante la Hacienda Pública.

Revolución Industrial
La Revolución Industrial se inició en el Reino de Gran Bretaña (segunda mitad del siglo XVIII) Se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y América Anglosajona. Concluyó entre 1820 y 1840.
En este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad. Fue el paso de una economía rural, basada en la agricultura y el comercio, a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.
Se originó en Inglaterra a causa de diversos factores económicos, ideológicos, políticos y sociales:
- Era uno de los países con mayor disponibilidad de las materias primas esenciales, sobre todo el carbón, mineral indispensable para alimentar la máquina de vapor.
- Mientras la Europa meridional y oriental se refeudalizaba y se establecen monarquías absolutas, la guerra civil inglesa (1642-1651) y la posterior revolución gloriosa (1688) determinaron el establecimiento de una monarquía parlamentaria (definida ideológicamente por el liberalismo de John Locke) basada en la división de poderes, la libertad individual y un nivel de seguridad jurídica que proporcionaba suficientes garantías para el empresario privado.
- También hay que señalar el nuevo cambio de mentalidad en lo referente a la moral y a la religión. La Reforma protestante de Martín Lutero y Juan Calvino trajo consigo un cambio de mentalidad en el trato y visión del trabajo. Según Max Weber el protestantismo considera al trabajo y al esfuerzo como un bien y un valor fundamental, al contrario que la ética católica que lo considera un castigo a raíz del pecado original.

No hay duda de los constantes avances científicos, tecnológicos y los cambios sociales que se han experimentado durante la edad contemporánea: Nuevos enfoques en la religión, política, ideologías, comunicaciones, demografía, cambios del mapa político mundial, nuevas luchas entre el poder, adelantos económicos, sociales, tecnológicos. Las mayores guerras conocidas por la humanidad, con características diferentes a las ya tradicionales, como los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki y la guerra fría.
¿Y a qué virus nos hemos enfrentado en la edad contemporánea?

A muchos y los más significativos son: Viruela; cólera; lepra; sífilis; fiebre amarilla; tifus; poliomielitis; tuberculosis; malaria o paludismo; gripe española; sida (VIH); gripe aviaria o gripe aviar; gripe asiática o gripe de Hong Kong y por último el coronavirus (Covid-19).
La viruela, desapareció hacia 1900 en varios países del norte de Europa y para 1914 se habían reducido en la mayoría de los países industrializados. No obstante, durante este mismo período, entre 1910 y 1914, se desató una epidemia que cobró 200.000 vidas en Rusia y casi 25.000 de los habitantes de los países europeos vecinos. La vacunación contra la viruela se inició en 1800 en los Estados Unidos, pero no se administró en forma rutinaria hasta principios del siglo XX. En la década de los años 20, los programas de vacunación detuvieron la expansión de la viruela en varios países europeos y para la década de 1930 aún existía en España y Portugal (Hasta 1948 y 1953 respectivamente) En Canadá, la propagación llegó a su fin a principios de los años 40. En Japón cerca de 1950. En 20 países en el oeste y centro de África se erradicó en 1970, en Brasil en 1971, en Indonesia en 1972 y en el continente asiático en 1975. La difusión de la enfermedad se detuvo en Etiopía en 1976 y en Somalia en 1977. El 8 de mayo de 1980 la Asamblea Mundial de la Salud declaró formalmente erradicada la viruela. Ver la resolución (en español) aquí → (en inglés) aquí →
La causa del cólera fue determinada por el Dr. John Snow, en 1854 cuando demostró en la ciudad de Londres que los casos de esta enfermedad se agrupaban en las zonas donde el agua consumida estaba contaminada con heces. Ese año cartografió en un plano los pozos de agua del distrito de Soho (zona de la Ciudad de Westminster y parte del West End de Londres, Inglaterra) localizando como culpable el existente en Broad Street, en pleno corazón de la epidemia.
Snow recomendó a la comunidad clausurar la bomba de agua, con lo que disminuyeron los casos de la enfermedad. Este episodio está considerado como uno de los ejemplos más tempranos en el uso del método geográfico para la descripción de casos de una epidemia. Snow sentó las bases teórico-metodológicas de la epidemiología. Esta metodología científica ha sido llamada «método epidemiológico», el cual ha sido utilizado tanto para la investigación de las causas, como para la solución de los brotes de todas las enfermedades transmisibles; más recientemente se usa el método para la investigación de todos los problemas de salud y enfermedad que afecten a las comunidades humanas.
Como dato curioso, en 1853 recibió el título de sir después de que anestesiara a la reina Victoria en el parto sin dolor de su octavo hijo Leopoldo de Albany, hecho que ayudó a divulgar esta técnica entre los médicos de la época.

En 1856 en Noruega se detectaron 2858 casos de lepra (dos enfermos por cada mil habitantes) La lepra se documentó por primera vez en Hawai en 1823 y en Australia en 1908.
Durante mucho tiempo, la lepra fue una enfermedad hereditaria o con origen en las miasmas (conjunto de emanaciones fétidas de suelos y aguas impuras).

En 1873 el médico noruego Gerhard Henrick Armauer Hansen descubrió el agente causante de la lepra o «mal de Hansen» en el Mycobacterium leprae (especie bacteriana, también conocida con el nombre de bacilo de Hansen, primera bacteria patógena descubierta en tejidos infectados) y concluye (con base en estudios epidemiológicos) que la lepra era una enfermedad específica, con una causa específica.
En 1942 el Dr. Faget, USA, descubre la acción beneficiosa de las sulfonas (compuesto químico que contiene un grupo funcional sulfonilo unido a dos átomos de carbono) Este hallazgo revolucionará el tratamiento de la lepra. Pero la lepra siguió siendo una enfermedad bastante frecuente en el primer tercio del siglo XX, luego entró en progresivo declive. En 1995 se tenían registrados 406 casos; en 1998 se reconocían 186 y actualmente no se detectan al año más de una docena de casos nuevos, de manera que no supone ya un problema alarmante y se la considera en fase de pre-erradicación.
Desde el siglo XVI al XIX, la sífilis fue una de las mayores cargas de salud pública, aunque los registros de su verdadera prevalencia generalmente no se mantuvieron debido a la temible y sórdida situación de las enfermedades de transmisión sexual. El agente causal era desconocido, pero se sabía que se contagiaba sexualmente. Su asociación con el sexo, especialmente la promiscuidad sexual y la prostitución, la convirtió en objeto de miedo, repulsión y tabú. La magnitud de su morbilidad y mortalidad en esos siglos refleja que no existía un conocimiento adecuado de su patogenia ni tratamientos efectivos. Se utilizaban habitualmente compuestos y aislamiento, con tratamientos a menudo peores que la enfermedad.
El mayor daño que produce la sífilis son sus espantosos efectos décadas después de la infección, a medida que avanza la neurosífilis (infección del sistema nervioso central) con tabes dorsalis (la degeneración lenta de los tractos neurales principalmente en los ganglios de la raíz dorsal de la médula espinal (raíz nerviosa) consecuencia tardía de la neurosífilis).
Durante el siglo XX, a medida que la microbiología y la farmacología avanzaban, la sífilis dejó de ser un misterio aterrador y desfigurador (al menos entre aquellas personas que podían pagar por un diagnóstico oportuno y tratamiento) y la eficacia del tratamiento con penicilina se confirmó en ensayos en 1943 y se convirtió en el tratamiento principal. (El descubrimiento de la penicilina se le atribuye a Alexander Fleming en 1928).
En Cuba, en la guerra de 1898, estadounidenses, mambises y españoles sufrieron muchas muertes en sus respectivas filas a causa de la fiebre amarilla. Al término de la contienda el gobierno estadounidense envió a La Habana una comisión médica presidida por el comandante Walter Reed, para investigar sobre la enfermedad. Luego de intensos esfuerzos sin resultado alguno, el doctor Carlos J. Finlay, que ya había emitido su tesis de que la fiebre se transmitía por un mosquito (en Agosto de 1881) les puso al corriente de sus investigaciones.
El gobierno militar inició una de las más efectivas obras de erradicación de una peste, dirigida por el Dr. William Gorgas. Conocido por su trabajo en disminuir la transmisión de la fiebre amarilla y la malaria, por medio del control de los mosquitos que la transmiten. Fue tan efectiva que por primera vez en varios siglos no se registró un nuevo caso de la fiebre a partir de Octubre de 1901.

Los médicos americanos descubrieron el virus, aunque en ese momento no lo comprendieron. En 1927, dos equipos aislaron el virus en forma independiente: la Fundación Rockefeller, que trabajaba en Nigeria y el Instituto Pasteur, en Senegal. La vacuna fue probada por primera vez en seres humanos en 1932 por Sellards (Universidad de Medicina de Harvard) y Jean Laigret (Instituto Pasteur, Senegal).
La picadura del piojo por sí sola no es la causante de la infección de tifus, son las heces que los piojos dejan sobre la piel las que rebosan bacterias. Cuando el humano se rasca las picaduras, extiende las heces por la herida, facilitando el acceso de las bacterias al interior del cuerpo.
Durante la retirada de Napoleón de Moscú en 1812, murieron más soldados franceses de tifus que por causa de los rusos. Una epidemia mayor ocurrió en Irlanda entre 1816 y 1819, durante la hambruna causada por una reducción de la temperatura en el mundo, conocida como el «Año sin Verano«, se estima que fallecieron cerca de 100.000 irlandeses. El tifus apareció otra vez a fines de 1830 y hubo otro brote epidémico durante la Gran Hambruna Irlandesa (1846 y 1849) El tifus irlandés se diseminó a Inglaterra, donde fue llamado algunas veces como «Fiebre Irlandesa». En los Estados Unidos aparecieron brotes en 1837, 1843, 1865 y 1873. En Canadá murieron cerca de 20.000 personas (1847/1848) principalmente entre los inmigrantes irlandeses recluidos en «casas de fiebre» y otros lugares de cuarentena, quienes habían contraído la enfermedad en los barcos abarrotados que venían huyendo de la Gran Hambruna Irlandesa.
Durante la primera guerra mundial se establecieron estaciones sanitarias, pero la enfermedad rebasó los ejércitos con cerca de 150.000 muertos solo en Serbia. La mortandad fue generalmente entre el 10 y el 40 % de los soldados infectados y de sus cuidadores. La contención de la enfermedad tuvo un gran éxito hacia 1921 gracias al esfuerzo de Hélène Sparrow (pionera en la salud pública mundial, médica y microbióloga) y Rudolf Weigl (biólogo polaco, inventor de la primera vacuna efectiva contra el tifus), aunque en 1922 se reportaron de 25 a 30 millones de casos en la Unión Soviética. En Rusia, durante la guerra civil entre las fuerzas Blancas y Rojas, el tifus mató tres millones de personas, principalmente civiles. Afectó a Polonia, con cerca de cuatro millones de casos reportados.
Durante la segunda guerra mundial muchos alemanes prisioneros de guerra, después de la pérdida de Stalingrado, murieron de tifus. El tifus también mató a los confinados en campamentos de prisioneros de guerra, guetos y en los campos de concentración nazis. La mayor epidemia en el caos de la posguerra en Europa, fue abortada por el amplio uso de un nuevo descubrimiento que mató a los piojos de millones de refugiados y personas desplazadas: el DDT (compuesto químico orgánico, principal de los insecticidas).
La poliomielitis se conoce aproximadamente desde hace 3.000 años. Esta enfermedad, antes del descubrimiento de una vacuna, paralizó o mató alrededor de medio millón de personas todos los años.
Jonas Edward Salk desarrolló una vacuna contra los tres tipos de virus de la poliomielitis, probada por primera vez en 1952 y dada a conocer en 1955. Tenía el inconveniente de que era intramuscular. Albert Sabin desarrolló una vacuna vía oral usando poliovirus atenuados. Los ensayos clínicos de la vacuna de Sabin se iniciaron en 1957 y fue autorizada en 1962.


La tuberculosis es una enfermedad muy antigua, sin embargo no puede ser considerada como una enfermedad del pasado, ya que mata actualmente, en el mundo, a tres millones de personas por año. Según la Wikipedia: «Es, tal vez, la enfermedad infecciosa más prevalente del mundo… Es la segunda causa global de muerte y la primera entre las enfermedades infecciosas»
Albert Calmette. Médico, micólogo, bacteriólogo e inmunólogo francés. Importante asistente del Instituto Pasteur descubrió el bacilo de Calmette-Guerin, una forma atenuada del Mycobacterium, empleada en la vacuna contra la tuberculosis. También desarrolló la primera antitoxina contra el veneno de serpiente: el suero de Calmette.

La malaria o paludismo: La científica, médica y química farmacéutica, Tu Youyou (China), es conocida por descubrir la artemisinina utilizada para tratar la malaria. Gracias a sus investigaciones, en 2015 recibió el Premio Nobel en Medicina por su contribución al tratamiento contra la malaria.

En África, entre 700.000 y 2.700.000 de personas mueren al año por su causa, más del 75% son niños. En regiones donde la malaria es altamente endémica, las personas se infectan tan a menudo que desarrollan la inmunidad adquirida.
Como dato curioso, la medida que se ha encontrado para erradicarla ha sido el uso de mosquiteros tratados con insecticida (MTI) que previenen esta enfermedad de manera efectiva.
Una revisión sistemática de diez estudios (nueve realizados en África y uno en la India) concluyó que la entrega gratuita de MTI aumenta ligeramente el número de propietarios, comparado con su provisión a precio de mercado o subvencionado. Asimismo, educar sobre el uso adecuado de MTI aumenta el número de personas que duermen bajo un mosquitero, comparado con un grupo de control que no recibió dicha educación… Por último, existe evidencia de una mejoría de la morbilidad por malaria como resultado del aumento de tenencia y uso de MTI, aunque estos hallazgos siguen siendo inciertos[…] Seguir leyendo aquí
En mayo de 2007, la Asamblea Mundial de la Salud decidió conmemorar el 25 de abril el Día Mundial del Paludismo.
La pandemia de gripe de 1918, conocida como gripe española, fue causada por un brote del virus de la gripe que afectó a personas y también a perros y gatos. Se considera la pandemia más devastadora de la historia humana, ya que en solo un año mató entre 20 y 40 millones de personas. Se localizó al paciente cero en Estados Unidos, en el Condado de Haskell, en abril de 1918 y en el verano de ese mismo año, el virus sufrió una mutación o grupo de mutaciones que lo transformó en un agente infeccioso letal.
El primer caso confirmado de la mutación se dio el 22 de agosto de 1918 en Brest, el puerto francés por el que entraba la mitad de las tropas estadounidenses aliadas de la Primera Guerra Mundial. Recibió el nombre de gripe española porque la pandemia ocupó una mayor atención de la prensa en España que en el resto de Europa, ya que España no estaba involucrada en la guerra.
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), una de las pandemias más conocidas y estudiadas del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Con más de 25 millones de muertes. Provoca un fallo en el sistema inmunológico del organismo, haciendo que cualquier enfermedad o infección resulte mortal.
No existe una cura total, pero sí que se han desarrollado numerosos tratamientos desde el 2010 que han reducido su mortalidad en un 33%.

La gripe aviaria o gripe aviar, también denominada como gripe del pollo o gripe de los pájaros. Designa a una enfermedad infecciosa vírica, que afecta a las aves. Aunque tiene suficiente potencial como para infectar a distintas especies de mamíferos, incluidos el ser humano, el cerdo y el gato doméstico. Fue identificada por primera vez en Italia a finales del siglo XIX y hasta la fecha se ha manifestado en diversas partes del mundo. En el 2005 la Organización Mundial de la Salud avisó de un riesgo substancial de pandemia de gripe en un futuro cercano, con la máxima probabilidad de que se derivara del tipo de gripe aviar H5N1. El riesgo se basaba en la forma de recombinación entre el virus de la gripe aviaria y alguno de los virus que circulaban por la población humana. Sin embargo en la actualidad no hay evidencia de ello, según dice la Wikipedia.
La gripe asiática, neumonía Asiática o síndrome respiratorio agudo grave (también conocido por sus siglas en inglés SARS): es una neumonía atípica que apareció por primera vez en la provincia de Cantón (China) en el 2002. Se registraron 66 casos que se fueron duplicando hasta que se propagó a Hong Kong y Vietnam. A finales de febrero del 2003 habían 528 infectados. Desde allí, numerosos viajeros extendieron el virus causante de esta enfermedad hasta los Estados Unidos, Europa y Australia, donde progresivamente fueron registrándose numerosos casos, tanto sospechosos como confirmados.
A mediados del mes de marzo de 2003 la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una alerta mundial advirtiendo sobre un contagioso tipo de neumonía detectado en Asia. Los científicos comenzaron a trabajar a contrarreloj para identificar al virus causante de esta plaga extremadamente contagiosa, en pocas semanas varios investigadores de Hong-Kong identificaron el virus que causaba la enfermedad y desarrollaron un sistema para detectarla en ocho horas, aunque el problema más grave era la falta de un tratamiento eficaz, ya que el virus se mostraba inmune a los antibióticos tradicionales. Para finales del mes de junio llegó a 8.448 infectados.
[…]En pocos meses la epidemia se extendió por una treintena de países convirtiéndose en una nueva tragedia para la humanidad con el riesgo de convertirse en una enfermedad endémica, debido a la falta de control convenientemente en sus inicios, tanto en China como en Canadá, dos de los países más afectados. Ante la expansión de la enfermedad, el deporte, la cultura, la música… prácticamente todos los ámbitos de la vida diaria se vieron afectados por la epidemia y el temor a su contagio. Los gobiernos comenzaron a tomar medidas drásticas en muchos países. En las zonas más propensas las escuelas suspendieron las clases como medida preventiva, también se aconsejó a miles de personas que se pusieran voluntariamente en cuarentena y en algunos lugares los viajeros procedentes de Canadá, China, Hong Kong o Singapur eran invitados a su llegada a aislarse durante días e incluso se prohibió directamente la entrada en determinados países a ciudadanos de lugares afectados por el síndrome. En China se advertía la imposición de 10 años de prisión o más, e incluso la pena de muerte, a quien voluntariamente extendiese la epidemia. […] Leer más aquí →
Como dato curioso el miedo a un posible contagio incrementó el uso de Internet un 45% en Asia. Muchos empresarios, ante el temor de contagios masivos decidieron que sus empleados realizaran las labores desde sus hogares conectados a la red.
Y por último el coronavirus, Covid-19: enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara un brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Hasta el momento hay 910 mil fallecidos a nivel mundial (Datos de la pandemia COVID-19)
¿Y qué ha pasado en el arte?
En la edad contemporánea encontramos muchos períodos artísticos desde el Neoclasicismo, pasando por el arte conceptual y siguiendo entre otras muchas expresiones artísticas, cada una con sus propias características estéticas y que obedecen a principios propios de su momento histórico. Sin embargo y a pesar de lo descrito sobre las diferentes enfermedades, virus y pandemias, el artista de esta época no paralizó su producción y aunque parece no interesarse en tratar este tipo de temas, existen algunos ejemplos que sí hacen referencia a enfermedades en particular, por ejemplo la obra de Edvard Munch, «Herencia» que representa a una madre sifilítica y su hijo enfermo en la consulta del médico.

Pero esta no es la pauta general, como sí lo son las representaciones sobre las revoluciones, guerras, problemas sociales, psicología, el movimiento, el mundo fraccionado, lo cotidiano, lo efímero. Veamos algunos de ellos:








Museo de Arte Moderno de Nueva York. El surrealismo «movimiento artístico y literario que intenta sobrepasar lo real impulsando lo irracional y onírico mediante la expresión automática del pensamiento o del subconsciente«


Mirando al futuro
Volviendo a la premisa de mis reflexiones: El arte refleja, transmite o advierte. Vemos que el arte en la actualidad, al igual que en la edad moderna, puede transmitir, reflejar o advertir sin importar si existe o no un mecenas que lo avale, hay más formas para dar a conocer un trabajo. En definitiva, creo que el artista en la actualidad es más libre y me gusta pensar que es capaz de tomar decisiones adultas. Deduzco que puede reunir el valor para pensar sin ayuda ajena.
Quiero cerrar este post con dos obras actuales que me hacen sonreír y reflexionar.
Sigue los enlaces o ve directo al período que te interese desde el índice.
La serie completa (nueve post) también está disponible en PDF, por si quieres leerla completa online (y no de post en post) o descargarla para hacerlo sin conexión, tómalo de la Librería o desde aquí (ambos gratis):
este es un compendio de información muy completa
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por el comentario, Lord Mysticus. 🐾
Me gustaMe gusta
Hola Rosa.
Es muy interesante tu recorrido por la Edad Contemporánea. Tratas tantos temas (publicaciones, almanaques, libelos, cahiers…), temas médicos y pandémicos o las manifestaciones en el arte, que bien podrías haber escritos varias publicaciones sobre el tema. He sacado bastantes cosas en claro que desconocía sobre las publicaciones de la época de la independencia americana y la revolución francesa, además de información médica, entre otras, el origen de la que acabó siendo la gripe española. Enhorabuena.
Un fuerte abrazo 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Miguel, gracias por el comentario 😍 Yo también me quedé con ganas de profundizar en algunos temas, pero se escapaban del objetivo principal. Me alegro de haber compartido estos descubrimientos, 😍 a mi lo que más me sorprendió fue el tratamiento de la malaria o paludismo. Un abrazo 🐾
Me gustaMe gusta