La taza llena proyectó la luna en su interior. Encontrar el café frío, sin azúcar, indicó el tiempo transcurrido desde que ellos se retiraron. Comprobar esa huida no alivió su malestar.
Los dibujos en las servilletas olvidadas casi por azar, fueron la pista para conocer el lugar hacia donde se habían ido: una linterna, un dado, un cohete. Ató cabos, la luz de la luna fue su guía.
Al verlos allí tan juntos y entrelazados supo por qué no fue invitado al observatorio. Ese viaje de verano no fue la luna de miel que esperaba.

Participa en: Escribir jugando (diciembre 2018) en el El Blog de Lídia
«¿Habrá mayor insensatez que amar lo que no soy y de extrañar lo que nunca he sido?» Walter Riso. Otras micro historias sobre el desamor:
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¡Qué micro más inquietante, Rosa! ¿Quiénes son ellos? ¿Qué quieren? Me has dejado con la intriga.
Buen micro y mejor integración de los elementos del reto. Enhorabuena y gracias por participar. Un abrazo 🙂
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Gracias Lidia. Ellos son unos personajes que como sombras vigilan y acechan desde la penumbra a todo aquel que está perdido en el laberinto de su vida. Cuando vi los elementos del reto me alegré mucho porque pude hablar de Ellos fuera de su contexto habitual ya que tienen por costumbre tomar mucho café. Me los imaginé abandonando a ese pobre ser y riéndose de él en el observatorio. Sino fastidiaban a alguien, dejarían de ser Ellos jajajaja.
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Interesante… he visto lo de tu novela corta y esos seres que has traído hasta el reto. ¡Bien hecho! 🙂 aunque espero que no se metan con nadie más jajaja
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Tranquila, contigo no se meterán jajajaja 🙂
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