El expulsado: como si estuviese presente (12c) Hécuba es reina (13c)

Hécuba es reina

Gato negro (Bram) y Saturnino Segundo (silueta) tienen pesadillas
Pesadillas

Una tormenta se desata. Adormilado por el cansancio y el alcohol, su mente empieza a dibujar imágenes:

En un piso que no reconoce está Bram. Con los ojos suplica que no lo deje solo, mientras se esconde debajo de un mueble.

Grita para pedirle ayuda. Saturnino Segundo presencia la lucha de Bram con una sombra. Sin saber cómo Bram pierde la pelea y muere al sentir que se quema por dentro. En el intento de ayudarlo llega a su lugar de trabajo.

Pregunta por Anier. Nadie parece verlo a él, nadie le responde. Un grupo murmura, los reconoce. Son sus antiguos compañeros de café matutino. Escucha sobre lo desgraciada que es Anier. Se siente culpable, muy culpable por su partida, oye como se burlan de ella por subirse aquel avión.

Imagen onírica. Imagen onírica, gato negro (Bram) en espiral se desvanece
Se desvanece

Camina por el pasillo que lleva a su cubículo. Ve los sillones de arabescos negros con fondo rojo de sus padres que mientras se consumen en autocombustión, le dicen que fue por los reclamos que no pudieron exteriorizar. No puede más y se despierta sobresaltado.

A pesar de que el ascensor está dañado, decide bajar los diez pisos. Necesita la compañía de otros humanos para despejar de su mente las terribles escenas con las que soñó. Entra al bar y solo están los empleados ocupados en su trabajo. Pide una, otra, otra y otra cerveza mientras mira la televisión y el teléfono móvil distraído, con una mala sensación en el cuerpo.

«No se si me apetece… ya podré ir a otra… en otro momento, ya si eso y hablan sobre otras cosas» pensó antes de responder el mensaje que había dejado en visto, esto fue lo que escribió:


A cuál mensaje se le da enviar:

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Botellas en el bolso de Saturnino Segundo. Bar del hostal
Botellas

Con la sensación de hacer las cosas mal compró una botella de bebida alcohólica, sin preocuparse de su contenido. La primera que apuntó su dedo índice, la que el camarero interpretó que señaló. Para completar su suerte recordó que el ascensor sigue dañado y subió los diez pisos como pudo.

Pasó la noche en el desahogo de sus pensamientos, con los frenéticos pulgares sobre la pantalla de su smartphone. La música encendida. La pequeña ventana abierta, la búsqueda de la abeja que no vio, las caricias de Bram. Se olvida del vaso y toma de la botella.

🔊 «♪♫ …Como se cose un alma que era de cristal… Cuando la soledad te la partió en pedazos… ♫♪» 

El sol inunda la habitación. Saturnino Segundo cambia su música por una emisora local de radio y ésta anuncia la hora de ir al trabajo. Se acicala un poco antes de salir y deja todo listo para que Bram pase el día cómodo.

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