Miguel empuñó su espada. Su enemigo, con diferentes nombres: Belial, Samael, Jaldabaoth, quiso esconder su maldad sobrenatural con un esbozo de sonrisa.
La batalla se veía venir con terribles consecuencias. Miguel le pidió a Gabriel y a Rafael que guiaran a las personas hacia la apartada torre. Desde allí no verían su armadura de general romano, su espada amenazante, ni a la bestia. Verían a un niño blandir un pedazo de madera ante un teleñeco en forma de dragón azul y como telón de teatrín la sangre que tiñe la tierra y el cielo de rojo. Allí estarían tranquilos.

Participó en: Escribir jugando Reto Julio. El blog de Lídia
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¡Qué bueno! Me gusta cómo has mezclado el relato bíblico usando cada elemento del reto. Muy ingenioso y además bien hilvanado. Las personas solo verían lo que ellos quisieran mostrar, pero no la batalla encarnizada entre el guerrero de la Luz, el arcángel San Miguel y el mismísimo Belcebú. Muy buen trabajo.
Gracias por participar en el reto.
Un abrazo grande y hasta muy pronto.
😀
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Lídia, se me ocurrió que una batalla de esa magnitud no la podrían soportar los humanos, sería catastrófico, de allí el símil 😁 Me alegro te haya gustado. Un abrazo 🐾
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Muy bueno y bien compuesto
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Yarelatremenda, gracias por pasarte y comentar 😁 Un abrazo 🐾
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No hay nada como tomarse las cosas con / desde la / distancia para verlas como son / hubieron de ser.
Así lo recuerdo con Rafa y Gaby. Je, je.
Un fuerte abrazo 🙂
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Hay Miguel, esto no me suena de nada… jajaja 😁 Un abrazo 🐾
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Me ha gustado mucho Rosa. Voy a participar yo también. Un abrazo.
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Hola Cristina, me alegro que te animaras a participar. Vi tu relato en Bloguers.net y me ha gustado mucho, no me resistí a darle share 😉 Un abrazo 🐾
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