La serie de anime Período azul (2021) muestra a un grupo de estudiantes adolescentes que buscan su propio camino. Algunos, como el protagonista, lo encuentran dentro del arte. Otros toman diferentes rutas. Una de las cosas más interesantes de Período azul es cómo destaca la importancia de estar atento, al entorno y así mismo, para saber escuchar la voz interior que ayuda a centrar las metas personales. Una temporada es suficiente para desarrollar la trama cargada de acertados pensamientos, reflexiones sobre el arte y la vida en general.
La puedes ver si quieres: | |
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Luchar | 😎😎 |
Pelearte con el mundo | 😕😯 |
Pensar | 🤨🤨🤔🤔 |
Reír | 🙂😄 |
Test de Bechdel | ✅ |
Los directores Kôji Masunari y Katsuya Asano nos muestran la historia de varios adolescentes en un instituto y aunque es algo que ya hemos visto en otras series y películas, en Período azul la trama genera otras expectativas. Se centra en las diferentes visiones sobre las decisiones que se toman, las relaciones personales y en el compromiso que se adquiere cuando se estudia arte, es decir, la coherencia interna que se le pide al artista: debe conocer qué quiere decir y cómo hacerlo para que se entienda.
Reseña oficial de Netflix: El popular adolescente Yatora Yaguchi, aburrido de la vida, se sumerge en el maravilloso (aunque implacable) mundo del arte después de encontrar inspiración en un cuadro.

Yatora es un estudiante de escasos recursos económicos y la única opción que tiene para estudiar arte es que lo acepten en la universidad pública en donde debe someterse a varios exámenes, además no sabe cómo se tomarán sus progenitores esa decisión. El razonamiento que le da a su madre para explicar sus deseos es, además de conmovedor, muy gráfico e irrefutable. Habla sobre la relación de él con el entorno y cómo a través de la observación para dibujar una escena, logra conectar y comprender las cosas.
Es realmente muy hermoso cuando le habla sobre los dibujos que ha hecho sobre ella y cómo al observarla con la atención que requiere un dibujante pudo comprenderla como persona, valorar su trabajo y ver su amor de madre. Estos argumentos hicieron ver la madurez de Yatora.

El hasta ahora complaciente Yatora se ve solo ante su propia mirada. El rebelde por necesidad social, fumador social, bebedor social y en secreto estudiante dedicado, se ve en la necesidad de sacar a relucir sus verdaderas inquietudes vitales.
La reseña dice «aburrido de la vida» pero esto es un poco impreciso. El aburrimiento está en cumplir con unas necesidades que no son las propias, el «hacer» porque es lo que se supone «se debe hacer». Para que sea más fácil el personaje es adolescente, edad en dónde se supone uno se plantea este tipo de cosas sobre su propio lugar en el mundo. Muchos llegan a la edad adulta haciendo lo que se supone que debe hacerse y eso también lo refleja la serie.
El caso es que Yatora se da cuenta de que es capaz de observar y nos comparte sus reflexiones sobre lo que es importante para él, en su proceso vemos también como se da cuenta de lo que es importante para otros, como ya dije anteriormente en relación a su madre.
Conoce de verdad a sus amigos y lo más importante es el proceso de perder el miedo a ser conocido. Lo primero que tuvo que reconocer es que sí tenia algo que decir, un punto de vista que luego encuentra expresión, en su caso en la pintura en el caso de sus amigos, en otros ámbitos. La serie es muy equilibrada, no hay mejores ni peores cada uno tiene su voz y su manera de expresión.

Por ejemplo: se da cuenta de la relación de su amor platónico (mezcla de la admiración y el respeto al talento) con la espiritualidad. La relación del cuerpo y la aceptación propia que plantea Ryuji Ayukawa quien consigue una propuesta interesante al darse cuenta de que todos nos recubrimos con ropajes y máscaras que favorezcan la adaptación bien sea para encajar, resaltar o pasar desapercibidos. Me recordó a RuPaul cuando dice: «Todos nacemos desnudos: el resto es drag… Drag es todas las veces que nos ponemos un atuendo y elegimos cómo nos presentamos ante el mundo» Realmente todos hacemos un poco de Drag.

Así cada personaje aporta sus propias reflexiones a partir de sus experiencias y los diferentes caminos que puede tomar la expresión individual. Yatora descubre que «no caer bien» no es algo tan terrible. Se arriesga a informar a sus amigos sobe su intención de ser artista y se sorprende al no ser rechazado, muy al contrario estos también se alivian de poder conocerlo bien al fin, lo animan y acompañan, hasta el serio Koigakubo se anima a plantearse su destino y nos sorprende con su decisión.

Los doce capítulos avanzan hacia el examen de admisión final en la escuela. A través de escenas cargadas de ritmo y hasta cierto punto estrés, al estilo de los razonamientos de Light y las deducciones de Near en Death note, hay preguntas verdaderamente interesantes.
Como se ve la serie equilibra las historias de los personajes y las visiones de la vida desde varios puntos: edad, la posición social y la identidad sexual. Luego también hay una interesante reflexión sobre la propuesta, el talento (por ejemplo, algunos de sus compañeros de clases tienen grandes habilidades, pero sin nada que decir) lo académico y las puntuaciones de los críticos, los premios, los mecenas y el dinero que mueve el arte, el supuesto estilo bohemio cargado de misterio, pobreza y el artista fuera de los convencionalismos sociales.
En medio están las preguntas de Yatora a sus maestras de arte quienes saben responder sobre la técnica y la reflexión que hay detrás del mero oficio. Responden el cómo hacerlo, pero plantean otras interrogantes: ¿Es necesario que esté receptivo el otro para comunicar esa idea? ¿La comunicación es vital por sí misma?

El que tiene algo que decir, ¿lo hace por expresión o para complacer a determinado grupo? Yatora responde a su manera, pero estas preguntas son algunas de las que se te quedan en la cabeza para los que nos gusta rumiar las ideas. No solo es para adolescentes, sino para todo público que esté interesado en entretenerse y explorar otras posiciones ante la vida.

Vaya análisis. No sigo estas cosas pero veo que tiene muchos seguidores.
Un beso.
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