Rompió el candado del armario porque necesitaba una lechuguilla. Solo halló el viejo traje de su tía, le arrancó el cuello.
Empleó mucho tiempo y dinero para buscar los otros elementos: traje, sombrero… El anticuario aseguró que el grimorio correspondía al siglo XV, de ahí su precio.
Malamente sujetó el candelabro. Abrió el libro y descubrió el engaño: no procedía del original Manual de Múnich, estaba oscuro y lleno de galimatías imposible de leer. No se enteró cuando los demonios salieron del báculo y decidieron borrar su rostro.

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Veo que hay una documentación previa que no todo el mundo será capaz de apreciar. Muy buena historia. El pobre chico buscaba ser brujo, pero los demonios lo embrujaron. Me encanta ese final. Muy buen trabajo.
Muchas gracias por participar en el reto de nuevo. Un abrazo y feliz noche 🙂
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Lídia gracias por tu comentario. El tema me interesó y me entretuve buscando información. No todos somos brujos, algunos tenemos que estudiar a ver qué pasa. 🙂
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jajaja Cierto 😉
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El final es inquietante y me deja con ganas de saber más! Feliz semana!
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Si scraptella, es inquietante. Creo que el pobre no logró aprender lo necesario para hacer el hechizo y además quedó endeudado… Un abrazo 🐾
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