A propósito de: Good Girls (Serie, 2018)

Good Girls (Chicas buenas) comedia dramática criminal, con un potente argumento que se diluye a medida que define su trama. La serie asoma un nuevo enfoque para las madres bandidas (ya hemos visto a varias reflejadas en TV), pero se queda sin discurso muy pronto.

La puedes ver si quieres:

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Reír😁
Test de Bechdel

En tres temporadas, su guionista Jenna Bans dibuja y desdibuja a sus personajes con una frivolidad digna de cualquier serie que pretende durar muchas temporadas (y años) con enredos truculentos y soluciones infantiles.

Tres madres normales y corrientes planean atracar el supermercado de toda la vida para acabar con sus problemas de dinero y ser independientes de una vez por todas.

Elizabeth (Christina Hendricks) y Annie (Mae Whitman) son hermanas, junto a Ruby (Retta), que es su mejor amiga, atracan un supermercado. Se llevan una enorme cantidad de dinero y para su sorpresa éste resulta ser de un cártel. Así comienza la comedia dramática-criminal. La vida de las tres va a sufrir cambios, mientras intentan no ser atrapadas ni por la policía ni por los mafiosos, pero a pesar de ser un buen punto de partida el argumento se pierde. Quizás la intensión de la autora fue mostrar lo que le cuesta a una mujer actual ser independiente, pero sus esfuerzos quedan anulados en los diálogos y en las acciones de sus protagonistas.

Me llamó poderosamente la atención, y creo que por eso vi las tres temporadas, es que los personajes permanecen en una actitud infantil en casi todas sus interacciones, solo algunos de los segundarios reaccionan como adultos y cada uno juega dentro de su rol, sin perder el norte de su papel, mientras los demás realizan acciones y mantienen argumentos incoherentes con lo que presuntamente sugiere la misma trama.

Algunos de personajes segundarios que reaccionan según su rol. Good Girls (Serie, 2018)

En la serie se hace hincapié en que las tres protagonistas son «madres que desean ser independientes», pero la trama se desarrolla lejos de esa premisa. Ellas limitan sus funciones maternales a preparar o no preparar comida a sus hijos y a buscar por todos los medios a «alguien que guíe sus pasos»

A estas alturas hay muchas referencias en diferentes series de buenas madres que además son mafiosas, para que nos vengan a presentar a seres incompletos que pretenden llenar su vacío existencial con el slogan «soy madre». Nada que ver con el personaje de Nancy Botwin (Weeds) o las delincuentes en Orange Is the New Black con hijos varios (Aleida Díaz es la cabeza de familia Díaz y es madre de cinco hijos, que termina violando su libertad condicional cuando ataca al novio narcotraficante de una de sus hijas) ambas series dentro del mismo registro de comedia dramática-criminal.

Ahora si las madres protagonistas de Good Girls lo que querían era saber cómo lavar dinero y tener una buena relación con un hombre de peligro, sin descuidar a sus hijos, sólo tenían que preguntarle a la mismísima Skyler White aprovechando la infinidad de referencias que hacen de Breaking Bad. Pero nada de esto ocurre, la principal y jefa del grupo se hace discípula del mafioso en una relación de ni contigo-ni sin ti (igual a la que tiene con su marido), la amiga (quizás la más coherente) que tenía una relación adulta con su marido y sus hijos, se vuelca de repente en reacciones infantiles de «dime tú qué hacer» y la hermana afianza su relación enfermiza con su hija pre-adolescente: es hija de su hija, pero a la vez su madre (bastante centrada resulta el personaje del hijo: Sadie/Ben) El enfoque pudiera ser a favor si profundizara, si hubiese un desarrollo de los personajes, pero esto no pasa.

Todas estas son personalidades que no escapan a la realidad, pero que se vuelven irreales al quedarse con la foto de lo que debería ser: un pasivo-agresivo (Elizabeth), un codependiente siempre al rescate (Ruby) o alguien con severo problemas de autoestima (Annie). Los actores se ven limitados a dar giros absurdos y retroceder en la construcción que venían haciendo (el desarrollo de la trama les ha permitido solo a unos pocos un hilo de coherencia, como dije arriba) Es triste ver cómo las protagonistas salen de sus enredos con tan sólo poner cara de niñas buenas que «no saben qué hacer…» Quizás esto sirvió en la serie Mujeres desesperadas (Desperate Housewives, serie 2004), pero ya es una fórmula trillada eso de «bonita, tonta, pero obtengo lo que quiero»

En relación a los personajes masculinos son un mal poema: Dean (Matthew Lillard) es el marido de la jefa del grupo: persona incapaz de realizar una buena acción comercial, aunque es dueño de una agencia de venta de automóviles y vendedor estrella a donde quiera que vaya (¿?) a pesar de esto es pésimo administrando el dinero (no quiero decir que todos los vendedores tengan que ser a fuerza buenos administradores, pero algo entenderán sobre los negocios) y deja en bancarrota a la familia, solo piensa en tener sexo con cualquier mujer que esté a su alcance. El exmarido de la hermana llamado Gregg (Zach Gilford) al parecer tiene mucho dinero, pero no aporta soluciones económicas en la vida de ellas, tan sólo está loco por acostarse con la madre de su hijo. Stanley (Reno Wilson), el marido de la amiga, es el único que muestra una evolución coherente: se da cuenta que las normas que sigue no existen y se pasa al lado oscuro.

Manny Montana, Reno Wilson y Matthew Lillard

El jefe de la mafia (Manny Montana) tiene una actitud infantil con este grupo de «madres». Es capaz de matar a cualquiera a sangre fría, pero ellas son perdonadas muchas y muchas veces, les enseña una y otra vez y otra vez, y otra vez y otra vez, cómo ser unas buenas mafiosas, aunque lo engañen en todas las oportunidades y de la noche a la mañana ¡ellas son el único grupo capaz de mantener al cártel en circulación…!

En cuanto a la actitud del FBI es absurda en general. Quien que haya visto cualquier película (aunque haya sido muy, muy, muy mala) en los últimos veinte años que tenga que ver con el FBI sabe que cuando un personaje mata a un agente hay terribles consecuencias. Esto los hemos visto en Ley y orden, Mentes criminales, etc. , que por cierto son series citadas por los personajes de manera reiterativa. Repito, si muere un agente del FBI se realiza una investigación en el acto, pero aquí esto no ocurre, sino que se acaban los problemas para los mafiosos y las madres- buenas-chicas tiene luz verde para seguir con sus negocios. Más adelante aparecen los agentes nuevamente, pero sin hacer alusión a hechos anteriores tan solo desean atrapar a estas madres malas, malísimas ¿Y el cártel? Bien, gracias.

Christina Hendricks, Mae Whitman y Retta

A pesar de mi enfado al ver tantas incoherencias en la trama, creo que la autora en esta serie refleja a una buena parte de la sociedad actual, llena de adultos que se comportan como niños, buscando con desespero a alguien que los guíe en su camino.

Al parecer el pensamiento de Immanuel Kant (Crítica de la razón pura) al hablar sobre la Ilustración, quedaron muy atrás: «La Ilustración significa el abandono del hombre de una infancia mental de la que él mismo es culpable. Infancia es la incapacidad de usar la propia razón sin la guía de otra persona. Esta puericia es culpable cuando su causa no es la falta de inteligencia, sino la falta de decisión o de valor para pensar sin ayuda ajena. Sapere aude «¡Atrévete a saber!» He aquí la divisa de la Ilustración

Resultó interesante verla desde este ángulo, ya que esta actitud de adultos que no saben qué hacer, pero que asumen la guía de otros que están bajo su protección, es desconcertante. No es que ser adulto signifique saber qué hacer en todo momento, pero el no saber cómo funciona el mundo después de los treinta años, es alarmante.

Un punto muy a favor que tiene Good Girls es la diversidad de los actores, de registro y todo lo demás sin que esto signifique un estigma o un cliché añadido para su personaje, sino que se aborda con naturalidad y dentro de un contexto coherente sin que absorba a la trama por completo. Temas tan delicados y difíciles como son el racismo, la apariencia física, las clases sociales, el bullying escolar, la adolescencia o la identidad de género son abordados de forma más que correcta e interpretados con sobriedad y naturalidad, lo que hace un contraste nada interesante ni limpio con el giro infantil que dio la potente propuesta inicial (o lo que pareció serlo en la primera temporada).



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2 comentarios en “A propósito de: Good Girls (Serie, 2018)

  1. Nosotros también hemos visto «Good Girls», y la verdad, si bien la primera temporada es divertidísima y adictiva, las dos siguientes la trama cae irremediablemente. Pero vamos, entretenida, que en estos tiempos, no es poco.

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    1. Hola hemosvisto, creo que la trama decae porque los personajes femeninos están enfocados al estilo y semejanza de Lucille Ball (I Love Lucy) En verdad ella fue una gran comediante, con mucha fuerza, pero obedece a una época que pasó hace mucho, mucho tiempo. Un abrazo 🐾

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