La IA ¿Es realmente una amenaza para el arte?

Actualizado en febrero 2024

En los tiempos que corren existen sentimientos encontrados ante el avance de la IA. Hay quienes temen que desplace a la humanidad y otros la ven como una gran herramienta para lograr abarcar campos hasta ahora desconocidos, pero el artista, ¿cómo la enfoca?

Muchos se han planteado si el arte se ha visto modificado, alterado y/o suplantado por ella, pero yo me pregunto si existe otra amenaza que ya está presente, pero de una manera tan sutil que pasa desapercibida y no nos hemos percatado de ello, por lo cotidiano que se ha hecho.

Es imposible abarcar todas las manifestaciones artísticas en estas líneas así que, para desarrollar esta idea me voy a enfocar en una muy particular, extendida y que suele pasar desapercibida, aunque está presente en nuestro paisaje diario.

Si miramos a un pasado muy remoto podemos constatar que el ser humano ha plasmado su pensamiento a través de diferentes expresiones del arte y quizás la más llamativa de ellas es el comunicarse a través de pintadas o de mensajes encriptados en las paredes.

Lo encontramos en cuevas, restos arquitectónicos de antiguos imperios, en fin, las personas lo hemos utilizado desde todos los tiempos para expresar nuestros pensamientos de forma anónima y por lo general subversiva.

Imagen de mi calle, un pueblo cerca de Sevilla.

Hoy conocemos esta expresión artística con el nombre de graffiti (marca o inscripción hecha al rascar o rayar un muro). Este término fue divulgado en medios académicos internacionales por el arqueólogo Raffaele Garrucci, a mediados del siglo XIX. Luego de usarse en periódicos neoyorquinos, por los años setenta, se popularizó y pasó a al inglés coloquial.

Recordemos lo que significa:

El Grafiti es una modalidad de pintura libre destacada por su ilegalidad, generalmente se realiza en espacios urbanos. Su origen se remonta al Imperio Romano, que tenían la costumbre de escribir sobre muros y columnas consignas políticas, insultos, declaraciones de amor, etc. junto a un amplio repertorio de caricaturas y dibujos. El ichtus fue empleado por los primeros cristianos como un símbolo secreto y el uso de la sigla (IXΘΥΣ: I=Jesús; X=Christos; Θ=de Dios; Y = Hijo; Σ=Salvador) es una forma bastante contemporánea de comunicarse. El ichtus o ichthys (en griego ΙΧΘΥΣ ijcís «pez») es un símbolo que consiste en dos arcos que se interceptan de forma que parece el perfil de un pez a modo de una vesica piscis horizontal, (dos círculos del mismo radio que se cruzan en un punto de manera que el centro de cada círculo está en la circunferencia del otro. También se denomina mandorla, que significa «almendra» en italiano.

IXΘΥΣ: Iota I=Jesús, Ji X=Christos, Theta Θ=Theou (de Dios), Ípsilon Υ=Uios (Hijo), Sigma Σ=Soter (Salvador)

Ya lo había definido Arte viral en donde hago un recorrido por el arte reciente. Si deseas leer más información sobre este tema puedes ir luego al enlace.

Como podemos apreciar esta expresión del arte es un fuerte medio de comunicación, cuyo poder lo hace susceptible para ser usado a manera de publicidad y esto se ha llevado más allá de las marcas comerciales. En los tiempos que corren lo que no se publicita no existe, así que las ideologías también se valen de medios que tengan impacto para divulgar su doctrina de forma «espontánea», «popular» y de ese modo, organizar las posibles protestas dentro de lo que convenga (aunque esa práctica tampoco es nada nuevo, la verdad). Entonces surge un artista cuyas obras se hacen virales y que representa los «nuevos» valores que se izan, cual bandera, para las nuevas generaciones. Su identidad se mantiene anónima, emplea un seudónimo y se crean leyendas sobre él.

Aunque nadie dice saber con exactitud quién es, se publican declaraciones suyas (¿…?): «Cada vez que creo que he pintado algo ligeramente original, me doy cuenta de que Blek le Rat lo hizo mejor, sólo que veinte años antes». Esta cita fue tomada de la portada del DVD «Original Stencil Pioneer» de King Adz y se lee en la Wikipedia.

Un aspecto curioso es que mientras este artista «anónimo» es reconocido por expertos, es premiado y su obra es respetada, otros artistas del mismo género son perseguidos y en la mayoría de los casos, sus trabajos no son considerados obras de arte. Con excepciones, claro está, como por ejemplo, Xavier Prou (al cual ese «desconocido» hace referencia).

«Portrait» de Blek le Rat (Xavier Prou), París, 1951

Manifiesto de Blek Le Rat: «Intento exponer las mejores cosas de la vida mediante inesperadas imágenes que distraen y deleitan a los peatones, sacándolos de sus preocupaciones cotidianas. A pesar de las represalias por parte de la policía en contra del graffiti, continuaré asaltando las calles en la oscuridad, ya que para mí, llevar el trabajo directamente a las calles es parte primordial de la evolución del arte…» BLEK Le Rat.

Al pasar un tiempo, esta expresión del arte quedó al margen, ya no es popular. Tan solo permanecen (aparte del «anónimo»), los artistas que adornan las calles de algunas ciudades, previa solicitud y aprobación de permisos correspondientes y son muy, pero muy pocos los que se aventuran a realizar graffitis como en los viejos tiempos (me refiero aquellos cuyas propuestas artísticas son tales y no simple vandalismo, aunque en ambos casos deberán correr para no ser apresados).

De esta misma forma quedaron muy lejos las representaciones de cualquier expresión artística en vivo que involucren los cuatro elementos básicos: tiempo, espacio, presencia del autor y la relación/reacción de los asistentes. Que además exponga alguna idea que resulte incómoda para el discurso «oficial» y para el «contra-discurso», (también oficial).

Cabe recordar que el Performance (década de los 50) irrumpía la cotidianeidad al presentarse en lugares públicos y exigía, con su propuesta, la participación activa de la concurrencia.

Del mismo modo que el teatro de la calle, que usualmente tomaba de sorpresa al espectador, hasta que se comenzó a regular su representación y con los años, el contenido de su mensaje. También ocurrió con el happening (ligado al Performance y en general al Arte Conceptual).

Puedes verlo después 😉

Puedes verlo después en El arte en la calle

En estos movimientos, las temáticas suelen estar ligada a procesos vitales del propio artista y a la denuncia o la crítica social; sin embargo, al ser «reguladas» por los organismos oficiales, sus propuestas desaparecen y se convierten en mensajeros de lo que sea conveniente decir. Así, podemos disfrutar de esculturas humanas que, previos permisos correspondientes, decoran las calles a manera de muestras «espontáneas del arte», pero sin posibilidad de manifestar una crítica o reflexión.

Todas las expresiones que hemos mencionado anteriormente permanecen en el recuerdo, como manifestaciones artísticas que obedecen a otras épocas.

Ahora bien, esta cohesión entre las propuestas artísticas, el orden público, el control de cómo se debe obrar o no, lo políticamente correcto y la protesta regulada, afectó no solo a las artes plásticas, a las conceptuales, al teatro, también se reflejó en la escritura, la música, el cine, en fin, en todas las actividades del arte que se plantearan una posible «nueva visión» de una sociedad controlada por hilos, en apariencia, invisibles.

Es posible que, en el afán de ser aceptado y reconocido, el individuo que se halla dentro del medio artístico se deje influenciar por los que aconsejan que se complazca a un público determinado. Así se recomienda la búsqueda de palabras claves, que se enfoque a un sector concreto de la población… y todos los recursos de marketing aplicables a cualquier tipo de producto, asegurando que de esa manera se tendrá éxito. Habrá los que dejan de lado sus propias propuestas y capacidades, limitándose a lo que la industria le pide, a lo que el género/corriente al cual quieran adherirse les exija aunque puedan dar mucho más de sí mismos.

Cualquier salida de tono amenaza los ingresos y la permeancia en el «mercado». «Al público hay que darle lo que quiere y conoce» se dice, aunque, eso signifique repetir el mismo argumento por enésima vez, pero con diferente intérprete, la novedad está en su color de piel (la del intérprete, que además se encuentra obligado a calcar las representaciones anteriores de su papel, no sea que el espectador lo perciba distinto y se confunda). No hay ideas nuevas.

Parece que se hubiese acabado el tiempo de la experimentación del artista activo y que este aspecto fue sustituido por el estudio de la mercadotecnia, que es algo muy diferente a ensayar con otros medios de expresión. Tal vez esto pueda ser tema para un futuro post con las diferencias entre experimentar y buscar un mercado en el ámbito artístico, pero mientras, sigo con el asunto de la inteligencia artificial amenazado la creatividad del artista, o sustituyéndola.

El Chombo presenta: Cómo Se Hace Una Canción Urbana? video completo

También es común encontrar párrafos llenos de vocablos que terminan igual, para componer una rima y con ellas crear una poesía moderna o una balada que todos canten luego.

Algo como «Mira a la ventana y mañana llama… lejana Ana» que puede ser parte de un libro o de una canción si se le añade la musicalidad conveniente para generar nostalgia o cualquier otro sentimiento que vaya acorde a lo deseado y si la música va con vídeo, pues se usarán los colores, paisajes y trajes apropiados que despiertan en el espectador sentimientos muy fuertes, aunque sean efímeros.

Sin embargo, no podemos olvidar que la técnica solo es eso: instrumentos que se usan para generar «cosas», pero la idea que se expresa no está en la tecnología, sino en el artista que busca crear magia con ella.

Hoy en día aplaudimos maravillados ante el despliegue técnico y ovacionamos al que usa mejor los recursos para despertar la emoción o aparente controversia, que son pasajeros. Luego descubrimos (a veces muy tarde) que no existía un pensamiento detrás que nos sirviera de espejo.

La «libertad artística» tiene unos grilletes que ya no se ven. Si quieres publicidad (lo que no se publicita no existe, básicamente) debes estar en alguna de las dos aguas: en el discurso oficial o con el contra-discurso, también oficial. Todo lo que salga de ese rango es ignorado, callado y quién sabe si hay algo más terrible que ser tratado como el niño aquel que gritaba «el Rey está desnudo».

Y la amenaza de la IA en el arte actual, ¿En dónde está?

Te habrás dado cuenta de que en todos estos ejemplos no hay nada que apunte a la IA como “culpable” de alguna alteración en las artes. Sin embargo, en la actualidad, la pintura sobre lienzo, pintada en un caballete, es algo menos frecuente. Ahora es más usual la ilustración digital. Por otro lado, los cantantes populares ya no necesitan una buena o bella voz, tampoco es necesario que sean rítmicos, ni siquiera se les pide que modulen, para eso están los programas informáticos. También podemos disfrutar en una serie o película las imágenes de artistas que fallecieron o asistir a un concierto de algún holograma. ¿Entonces, la tecnología está presente en las artes? Por supuesto, lleva mucho tiempo ganando terreno.

La IA se ha colado poco a poco, de manera «divertida», no para ejecutar trabajos rutinarios y básicos en los cuales todos fantaseamos que fuese sustituida la humanidad, sino que llegó pisando fuerte. Directo a la yugular de la especie, es decir, a la expresión artística. Hará mucho mejor las rimas fáciles, los ritmos pegadizos y las imágenes perfectas.

Como yo lo comprendo el problema no es la IA, sino lo que estamos haciendo, ya no es la bebida sino el anuncio de la marca de la bebida lo que vende y lo que queremos obtener.

Al buscar la aprobación de la mayoría y desear ser reconocidos como parte de un grupo, vivimos en un eterno juego de «estar dentro de lo políticamente correcto»

y de tanto practicar, ya es natural la careta que nos invitaron a usar y que por alguna razón (comodidad, para estar en la actualidad o lo que sea) ya es parte de nuestro rostro.

Todo lo que esté dentro de este juego es aceptado como una verdad irrefutable. Por esa razón hemos «limitado» la expresión al efecto de la primera impresión, a lo que se supone que debe impactar, a repetir fórmulas argumentales y propuestas que respondían a otras circunstancias. Eso lo puede realizar perfectamente una herramienta y la IA lo ejecuta a la perfección, hasta es posible que reproduzca algún error propio de humanos para ser más convincente.

Sin embargo, hay que recordar que ella es un recurso. Un nuevo paso. En la pintura, por ejemplo, hubo una evolución en la elaboración de los pigmentos: inicialmente elaborados con arena, cal, grasa animal y aglutinados con saliva, pasaron (en el renacimiento) a ser básicamente aceites, así el óleo obtiene la corona como la técnica dominante. Luego avanzó la comprensión de la química y con ella surgen los esmaltes y el acrílico.

Hasta entonces la tecnología es un medio que en nada había afectado la propuesta , se uso para darle forma a las nuevas perspectivas que traen los avances, se buscan nuevos colores, otras formas de captar la luz

Cuando llegó la fotografía muchos pensaron que la pintura (y en especial el retrato) dejarían de existir, sin embargo los artistas encontraron otras preguntas que responder y sus propuestas dieron origen a otros movimientos. Luego otra revolución: la digital y llegó Photoshop, otro instrumento. Esta era trajo una explosión de creatividad que se fue apagando, algo pasó que estandariza los discursos, todo empieza a parecer igual. Ahora que llega la IA nos asustamos.

Hay temor a ser reemplazados en el trabajo que nos corresponde y el cual no podemos delegar en ninguna otra especie o creación. Este trabajo es el de la toma de conciencia, la reflexión, la distancia y el análisis no solo de datos, sino de la intención, de la expectativa. Sin esto el artista no es tal, es un humano que interpreta, un instrumento más al servicio del que sí está pensando, interpretando, empapado en la circunstancias y a la vez lo suficientemente lejos como para darse cuenta. Imperfecto y capaz del error al experimentar, pero que tal vez no sea artista sino comerciante, empresario.

Que no se mal interpreten mis palabras, no hay nada en contra de lo económico, ni del mundo del dinero, ni los negocios. Órganos vitales para nuestro sistema de vida, pero el arte no es industria, aunque forme parte de ella. Tiene sus propias reglas de expresión, sus necesidades y necesita su espacio. En cualquier caso la humanidad propone y la técnica dispone, no al contrario.

Entonces me pregunto ¿por qué nos disgusta que que la ia haga una ilustración, una portada o incluso que escriba una obra entera?; ¿nos molesta el Auto-Tune, y otros efectos, en las voces de los cantantes pop?; ¿estamos aburridos del copy-paste en los argumentos de las series y películas? me refiero a esas que solo cambian de locación y actores, pero el muerto, el policía, la investigación y los amores son un collage de todo lo visto anteriormente. Si el cine usa VFX o CGI ¿nos molesta o nos aporta riqueza en la producción? ¿Será que nos acostumbramos a la forma y a no entender el contenido? ¿será que el mero entretenimiento de evasión adictiva a ganado la partida con respecto a la propuesta del artista? ese gastar tiempo como si estuviésemos enganchados a la nada, repitiendo un patrón solo para consumir horas en el reloj y hacer que la industria del entretenimiento se mueva y genere ganancias ¿es eso lo que nos molesta cuando se usan las herramientas o es que pone en evidencia todo el mecanismo al que nos hemos acostumbrado por dejarnos llevar, sin pensarlo?

Por lo tanto, aunque la IA es capaz de elaborar escritos muy bien estructurados; canciones con bellas letras y armónicas melodías; pinturas y grafitis constituidos con una gama de colores que nos enamoren; en fin, pueda exponer toda una variedad de manifestaciones artísticas, pero no puede crear una propuesta, ya que esta nace de la necesidad del artista de encontrar respuestas a sus experiencias vitales. Por esa razón, estoy convencida de que el humano que se dedique al arte por vocación, sabe o sabrá hallar el camino para utilizar la IA como una gran herramienta para desarrollar su obra.

Si nos lamentamos por el avance de una tecnología, corremos el riesgo de quedarnos en una añoranza de otros tiempos y hay que recordar que no todo pasado fue mejor. Los movimientos artísticos de otras épocas nos dejaron un legado y una enseñanza, pero no por ello debemos permanecer evocando lo ocurrido. El artista debe mirar al futuro sin olvidar lo sucedido antes, tomando en cuenta y comprendiendo su momento actual, para poder exponer su propuesta.



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6 comentarios en “La IA ¿Es realmente una amenaza para el arte?

  1. Hola, Rosa. Alguna vez he comentado que pensaba que esto de la IA se usaría para encontrar la cura del cáncer, optimizar recursos energéticos o los viajes espaciales. Y resulta que, mira por dónde, su función es escribir, cantar, pintar, predecir en plan Rappel y no sé qué bobadas más.
    En realidad, creo que esto no es más que una campaña publicitaria para que la todo dios se la instale en su móvil, ordenador o la sienta como algo necesario y vital.
    Lo que se busca con la IA es otra cosa. Es que el ser humano la valore como el oráculo de Delfos y a ella se entregue para buscar información o incluso tomar decisiones. Una vez dado el valor sagrado a su palabra, todo es más sencillo. Basta que los dueños de la IA modifiquen un algoritmo, añadan o quiten un algoritmo y, voilà, todos a bailar a su son.
    El control social perfecto.
    Yo, la verdad, paso bastante. Por curiosidad he probado eso del Chat y alguna cosa de generación de imágenes. En ambos casos, chorradas. Los relatos del Chat todos absolutamente regidos por lo Políticamente correcto, las imágenes idem, además, se notan echas por un algoritmo.
    Negro pinta el futuro para los que pensamos que el ser humano, el individuo, es algo único y especial. Un abrazo!

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    1. Hola David. Totalmente de acuerdo contigo. Una vez que «todos los nadie» la tomen como una verdad absoluta, nos encontraremos viviendo bajo el control social absoluto. Sin embargo, el humano siempre ha encontrado la manera de escapar de ese control (que ha existido desde siempre) Gracias por el comentario. Un abrazo 🐾

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  2. Estoy de acuerdo contigo, Rosa, el humano que se dedique al arte podrá utilizar la IA como un recurso más para realizar su obra.
    Un artículo bien documentado que nos presenta cómo el humano ha ido evolucionando a través de los tiempos para encontrar respuestas a sus experiencias vitales.
    Me ha encantado.
    Un abrazo!

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  3. Hola, Rosa.
    Me encantan estas publicaciones en las que reflexionas sobre diversos aspectos del arte. Son pequeñas tesis en las que defiendes cuestiones desde distintos puntos de vista y con argumentos contrastantes.
    En el fondo, nos guste más o menos, la IA ha venido para quedarse y, de una u otra forma, acabará modificando nuestra forma de vivir y, por supuesto, de aportar nuevas manifestaciones artísticas.
    Un fuerte abrazo 🙂

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    1. Hola Miguel. Tus palabras me alegran, porque son reflexiones que lanzo al viento y me contenta que no caigan en el vacío.
      En verdad creo que hay que estar atentos a la realidad en la que vivimos, aunque no tengamos acceso a la verdadera información y al alcance de los cambios que ya están presentes. Bien sabemos que esa no es una excusa para mirar a otro lado y permanecer como simples consumidores pasivos…
      Pareciera que el resultado de toda esta nueva realidad está en manos de terceros, sin embargo creo que el artista, ese ser anónimo, es capaz de señalar un camino.
      Gracias por el comentario. Un abrazo 🐾

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